En una entrevista radial el presidente de la Nación, Alberto Fernández, calificó como miserables e imbéciles a los opositores que se quejaron y criticaron las medidas que adoptó el gobierno en materia de confinamiento y que se pondrán en marcha desde la medianoche de hoy.
Habría que pedirle al presidente -algún periodista de un medio que no sea oficialista debería preguntárselo- que exprese calificativos a la multitud que en estos momentos colma la 9 de Julio en una marcha hacia el ministerio de Trabajo, y que reclaman planes, mejores alimentos, trabajo, etcétera.
Quizás sea la última manifestación masiva antes de las nuevas restricciones, pero si se multiplican los contagios como se supone, en base a las declaraciones del gobernador Kicillof de un tsunami de contagios, el presidente tendrá que calificar en forma brutal a estos manifestantes, más allá de la sensatez de sus reclamos.
En cuanto a la oposición, varios salieron a responder los dichos de Fernández, entre ellos el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, quien le pidió que no actúe como un barrabrava.
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