Por Eduardo Menescaldi
El incremento de los casos de contagios por el coronavirus ha provocado un estado de inquietud, que determinó que hoy se realizara un encuentro participación de los jefes de gabinete, el de la Nación, Santiago Cafiero, el de la Ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel y el de la provincia, Claudio Bianco, junto a los ministros de Salud de los tres distritos. Carla Vizzotti, por la Nación, Fernán Quirós, por la Ciudad y Nicolás Kreplak, viceministro de la provincia de Buenos Aires.
Habrá un nuevo encuentro mañana y se espera que en la ocasión se anuncien nuevas restricciones por la nueva ola, que hoy registró más de 13667 contagios y 272 muertos, una cifra que se elevó en relación a los últimos datos.
El tema pasa entonces por saber qué actividades serán restringidas, se dice que a partir del próximo viernes cuando vence el nuevo plazo de aislamiento.
Una de las versiones que circula es que podría restringirse la nocturnidad en cuanto a las horas de cierre de las actividades, lo que provocaría un golpe fuerte para los comercios que están funcionando actualmente con el cierre de las 2 de la mañana. Algunos sostienen que ese horario sería adelantado para las 22 ó 23.
En ese caso habrá que ver que decisiones toma el gobierno nacional para sostener a las actividades que se verán perjudicadas notoriamente. En ese sentido, se recuerda que ya no hay IFE u otro tipo de aportes para soportar la crisis.
Mientras esto ocurre se siguen dando cuestiones que en principio no parecen estar en la agenda de la gente, como la eventual suspensión de las PASO, para pasarlas a setiembre en lugar de agosto y las generales de octubre a noviembre.
La oposición, fundamentalmente Juntos por el Cambio, se reunirá mañana para tomar alguna decisión en cuanto a la eventual postergación de las PASO y las generales. Lo que no aceptará la principal fuerza de la oposición es la supresión de las PASO con una eventual elección general que simplemente se trasnformaría en una especie de ley de lemas, que tanto ha afectado a la oposición, porque en distritos como Santa Cruz esta ley de lemas sirvió para que ganara la gobernación Alicia Kirchner, pese a no haber sumado la mayor cantidad de votos.
Otra cuestión que está lejos de la gente es el tema de reforma judicial, la arremetida del oficialismo sobre los jueces, comandados por el flamante ministro Martín Soria, que no tuvo empacho en manifestar las intenciones.
Así no extraña que se hayan puesto en el tapete visitas de jueces a la Casa Rosada en tiempos de Mauricio Macri y destapar intenciones que podrían poner en tela de juicio, curiosamdente, la acción de los magistrados.
Y en el mismo sentido de esta arremetida está el caso de los ataques al periodismo, fundamentalmente al que no está ligado al oficialismo y que expone las críticas, en todo caso se apoya en la investigación y la función de la profesión de ser puente de los hechos ante la gente, algo que siempre compromete y molesta al poder.
No extrañaron así las expresiones del senador nacional Tailhade que se convirtió en un talibán al desparramar sus ataques a los periodistas, comenzando con el presidente de la Academia de Periodismo, Joaquín Morales Solá, con expresiones poco académicas precisamente (lo trató de sicario, turro, decrépito..) poniendo en la mirada el pensamiento de ciertos funcionarios, que agitados por la necesidad de satisfacer los deseos de la jefa (Cristina Fernández de Kirchner) para que sean anuladas sus causas de corrupción.
En este marco se espera con ansiedad lo que se anuncie mañana en cuanto al futuro de las restricciones por el coronavirus. La Argentina, un país que parece un barco a la deriva, y el capitán, el presidente Alberto Fernández, pese a haberse vacunado con las dos dosis, tiene coronavirus y se recupera como corresponde aislado en Olivos.
Todos los sueños apuestan a las vacunas, que llegan en cuentagotas y se aplican a un ritmo que no es el ideal. Además no hay que olvidar que hubo vacunados VIP, lo que le puso un condimento más explosivo a un tema polémico.
Todo está poniendo al barco sin brújula, esperando que las nuevas medidas no generan rebelión de los sectores más afectados, que no están dispuestos a rigideces que vuelvan a poner a la economía al garete, porque quedó demostrado que salud y economía deben ensamblar para evitar que se vuelvan a tener números que indignan, como es el 42 por ciento de pobreza, cuestión que debería ser la única fundamental a resolver por todas las fuerzas políticas para recuperar la confianza en que esta Argentina es un país que merece ser vivido y no sufrido.
Comentarios