Monseñor Carlos Tissera
El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, ordenó presbítero al diácono Luis Osvaldo Avagliano, en la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Quilmes Oeste.
Luis, que era diácono permanente, luego del fallecimiento de su esposa, inició el discernimiento y su formación para el presbiterado.
El obispo Tissera en su homilía dijo que "no es casual que tu ordenación sea en el día de San José. Como él has experimentado la belleza del amor de pareja, la vivencia del matrimonio, la dicha de ser papá; la responsabilidad de formar un hogar, gozar de la gestación y el nacimiento de tus hijos; la alegría incomparable que, en los primeros balbuceos de un bebé, mirándote a los ojos te diga la palabra más maravillosa: papá.
Has sentido en tu corazón y en tus espaldas la responsabilidad de procurar el sustento de la vida familiar con tu trabajo y velar por la educación de ellos; has sufrido también el desgarro de la muerte de tu esposa y de tu nieto querido. También, tu consagración a Dios en el diaconado. Cuántas cosas te emparentan con José. Cómo no va a estar también José presente en tu vida sacerdotal, y seguir gustando otra experiencia bella para un pobre ser humano, y es que muchas personas se dirijan a vos diciéndote: padre. Si, para la gente, para nuestro pueblo creyente, para ellos desde hoy será el padre Luis".
El obispo de Quilmes animó a Luis: "Sé un sacerdote lleno de ternura. Dios y vos conocés tu fragilidad, tus limitaciones. San José te ayude a aceptar la debilidad con intensa ternura, para poder tener un amor tierno con los que sufren, con los que están "rotos" en su vida, con los que viven agobiados por sus errores y pecados. En el sacramento de la Reconciliación, del cual hoy empiezas a ser ministro y administrador, te encontrarás con la Misericordia de Dios que transformará tu corazón en el de un padre que abraza la verdad y la acaricia con ternura.
También el obispo agradeció "a los queridos hijos de Luis. Ustedes también con su cariño, su amor de hijos, como así también el de sus esposas e hijos, han formado a este hombre que hoy es consagrado sacerdote para siempre. (...) a los sacerdotes y, a la distancia, al padre obispo Marcelo Colombo, que han acompañado en estos últimos años a Luis en su camino de discernimiento. (...) Y a la comunidad de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y al padre Eduardo Gómez, que durante estos últimos tiempos le han brindado a Luis su cercanía y acompañamiento, disfrutando también de su ministerio diaconal. !Muchas gracias!.
De la misa de la ordenación también participaron los hijos de luis, que fueron los encargados de entregarle la vestimenta propia del presbiterado, el obispo auxiliar de Quilmes, Marcelo (Maxi) Margni y un grupo reducido de sacerdotes y miembros de la comunidad parroquial.
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