En estos tiempos de mezquindades, de vapulear al otro, de buscar enemigos por doquier -el discurso de ayer en le Congreso del presidente de la Nación es una buena referencia- el ejemplo de Marilena Bossio vale la pena para valorar como nunca la condición humana.
Como dice su madre en una nota que se publica hoy en Clarín, dio su vida y eso no lo hace cualquiera.
Marilena ofreció su vida para salvar a un nene de 8 años. Hubo una tormenta en el Lago Cardiel, de Santa Cruz y una excursión en kayak concluyó en tragedia. Porque murió ella y otras dos personas más.
Marilena, oriunda de Río Tercero, se recibió de médica veterinaria en la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Viajó al sur en búsqueda de un trabajo de su especialidad.
Cuando se produjo la tragedia, la madre de la joven decidió viajar a Gobernador Gregores, el pueblo más cercano al lugar del hecho.
Marilena pagó con su vida porque le dio el salvavidas al citado chico.
Nora Trotti, docente de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto contó al cronista de Clarín que Marilena era una persona con la que se podía contar porque una actividad de medicina veterinaria donde se requiere una disponibilidad las 24 horas.
Agregó que las compañeras de la joven dijeron que ella fue perfectamente consciente de lo que hizo al ofrecerle el salvavidas al chico.
EL RECUERDO DE LUIS VIALE
Un periodista recordó que alguna vez en la historia argentina hubo un hecho que se puede comparar con el gesto de la joven cordobesa.
En 1871, Luis Viale entregó su salvavidas y pagó con su vida lo que significó salvar a otras personas a raíz de un naufragio.
Hay en Capital un monumento que recuerda a Viale.
El accidente de Viale -un italiano culto, que había nacido en Génova y residente en la ciudad de San Nicolás- se produjo el 24 de diciembre de 1871. Fue en el río de la Plata, en el viaje entre Buenos Aires y Montevideo. La tragedia costó la vida de 121 personas y dejó para el recuerdo la heroica muerte de Luis Viale, quien decidió morir para salvar la vida de una señora embarazada.
Viale viajaba en el vapor América, que hacía la carrera entre los puertos de Buenos Aires y Montevideo. El buque naufragó.
El América iba acompañado por el buque Villa del Salto, porque era enorme la cantidad de pasajeros que realizaban el viaje.
El América llevaba alrededor de 200 personas a bordo, entre tripulación y pasajeros.
Entre los viajeros el matrimonio Augusto Marcó del Pont y su esposa Carmen, que estaba embarazada. También un amigo de la pareja, el comerciante italiano Luis Viale, uno de los fundadores del Banco de Italia y del Hospital Italiano en Buenos Aires.
El capitán del América era Bartolomé Rossi, genovés de 52 años, radicado en Buenos Aires desde muy joven.
Esa noche hubo baile a bordo y cuando la gente se retiraba a descansar, el capitán Rossi decidió alcanzar al Villa del Salto para ganar una apuesta sobre quién llegaba primero a Montevideo. Ordenó máxima presión a las calderas, que no soportaron el esfuerzo, estallaron y se produjo un feroz incendio que alcanzó a toda la nave.
El vapor empezó a hundirse, hubo pánico a bordo y había peleas por los dos únicos botesd que había. Hubo quienes se arrojaron al agua con salvavidas. Ahí apareció Luis Viale, que tenía su salvavidas puesto, se arrojó al agua y ahi se encontró con sus amigos, Marcó del Pont y su señora Carmen. Sin dudar, le oifreció el salvavidas a Carmen diciéndole: Usted es joven y tiene otra vida que salvar.
Pocos minutos después, el marido de Carmen y su ssalvador, desaparecieron entre las olas.
Aunque el otro barco retrocedió y pudo rescarta ra 70 sobrevivientes, entre ellos Carmen Marcó del Pont, 121 personas, entre pasajeros y tripulantes, perecieron ahogadas.
En 1928 un grupo de residentes italianos reunió fondos para levantar una estatua a Luis Viale, símbolo de heroísmo y solidaridad. Hoy esa estatua se la puede ver en la Costanera Sur, mirando al mar que lo llevó.
El próximo 24 de diciembre se cumplirán 150 años del heroísmo de Luis Viale. Marilena también ofreció su vida para salvar a otra.
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