FORMOSA: REPRIMEN A MANIFESTANTES QUE PROTESTABAN

                                        Provincia de Formosa


 La ciudad de Formosa está viviendo un hecho inédito e histórico porque parece que los ciudadanos han comenzado a darse cuenta de que viven un gobierno feudal.

La decisión del gobernador Gildo Insfrán de volver a fase 1 el tema del coronavirus y la pandemia, apenas por 17 nuevos casos de contagio, registró rápidamente la respuesta de formoseños que marcharon al centro de la ciudad para rechazar la decisión del primer mandatario provincial.

Fundamentalmente, los que protestaron pertenecen al sector gastronómico, que es uno de los más afectados por la pandemia, habiendo estado durante once meses sin trabajar.

Frente a la protesta, actuó la policía en forma violenta y arrojó gases lacrimógenos (se trataba de material vencido, es de fecha del 95, cuando llegó Insfrán al gobierno).

Hubo heridos, detenidos, entre otros la periodista Julieta González.

Más allá de lo ocurrido, la realidad, que es la única verdad, está poniendo sobre el tapete una situación, que de ninguna manera coincide con aquella afirmación que en su momento realizó el presidente de la Nación, destacando a Gildo Insfrán como el mejor gobernador del país.

Formosa se está despertando. Una provincia con alto porcentaje de pobreza, con una gran mayoría de gente que trabajo en el estado, pero un día decidió salir en los medios para demostrar que se puede protestar cuando los mansos se hartan.

Fue interesante una charla de la periodista Luciana Rubinska, en C5N con el ministro de gobierno y seguridad de la provincia, González. Llamó la atención que C5N se encargara de difundir lo que pasa en Formosa, sobre todo porque siendo tan oficialista parece que está echando por tierra el mensaje del presidente sobre el gobernador.

Antes había hablado por esta señal un joven, hijo del dueño de una radio, comentando la feroz represión que se dio en la manifestación y mostrando las balas de goma, varias, que dejaron huella en su cuerpo.

El funcionario quiso devaluar la palabra del joven, asegurando que no era periodista y que solo era el hijo del director de una radio, Fantasía, aparentemente crítica del gobierno.

Terminó diciendo el funcionario que la marcha fue de apenas 250 personas -el joven habló de 4000 manifestantes- que protestaban porque ellos cuidaban el tema sanitario de la población por la existencia de varios casos.

La concejal Neme, que también fue agredida en la manifestación -se habló de la existencia de infiltrados en la marcha- condenó los hechos y dejó como lectura que el régimen de Insfrán comienza a agrietarse tras tanto tiempo de un gobierno donde los derechos humanos son literalmente barridos.

¿Cómo terminará la historia de esta provincia tan especial, que fue admirada desde el oficialismo, e incluso el secretario nacional de derechos humanos, Pietragalla, se encargó de rechazar las denuncias que existieron en la materia?


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