Había preocupación en el mundo Boca, máxime después del empate con el ascenso Sarmiento de Junín en la Bombonera y la ajustada victoria 2 a 1 sobre el club de la C, recién ascendido, Claypole.
Por eso parece que la presión que había sobre los Xeneizes, compensada con la vuelta del ídolo Carlos Tevez, produjo el fenómeno de la goleada de anoche en Liniers: un inolvidable 7 a 1 sobre Vélez Sársfield, que hizo recordar aquello que alguna vez definió el periodista deportivo, Dante Panzeri, al publicar el libro Fútbol, dinámica de lo impensado.
Era impensado que Boca ganara a un Vélez, que venía de ganar los tres partidos jugados en el torneo, por un resultado tan abultado.
Volvió Tévez y lucieron todos los boquenses, con una victoria que aventó todos los fantasmas y que dejó al equipo de Miguel Russo mejor parado de cara al Superclásico del próximo domingo a las 18, con River, en la bombonera.
Ya había periodistas que hablaban de la fragilidad del ciclo Russo, diciendo que Vélez y Ríver podían ser la lápida para el entrenador. Después de un 7 a 1 como el de anoche el Auriazul respira tranquilo y se prepara para recibir al Millonario con otro clima.
La Liga Profesional de Fútbol se prepara para ese gran partido, pero antes, esta noche a las 21.30, River recibirá a Argentinos Juniors.
También hoy a las 19.15, en Avellaneda, Rácing buscará borrar la paliza que le dio River por la Supercopa Argentina con un contundente 5 a 0. Recibe a Rosario Central.
Ayer Gimnasia La Plata empató 1 a 1 con Defensa y Justicia, mientras que Unión le ganó de visitante a Patronato 1 a 0.
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