APERTURA DE SESIONES DEL CONGRESO: LA PALABRA DEL PRESIDENTE


 Desde las 11 está programada la Asamblea Legislativa en el Congreso en la apertura del 139 período ordinario de sesiones.

En la ocasión -se estima que será alrededor de las 12- se escuchará la palabra del presidente de la Nación, Alberto Fernández, para dar por abiertas las sesiones del Poder Legislativo y dar a conocer el balance del primer año de gobierno y lo que viene.

Ya se produjo el acto de apertura de las sesiones de la Ciudad de Buenos Aires por parte del jefe de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, quien destacó que fue el peor año de su vida -para justificar los cinco días que se tomó con sus hijas en Buzios, Brasil- y subrayó que la grieta es lo peor que nos puede pasar para agregar que siempre va a estar para terminar con esa grieta.

Sin duda existe enorme expectativa por saber lo que va a decir el presidente en la ocasión, ya que hay varios temas que están dando vuelta en estos momentos del país.

Se dice que Alberto Fernández pondrá el eje en la economía, en la justicia y en la salud. En la primera cuestión será importante saber cuál es el plan del gobierno para que se reactive la producción y que comiencen a aparecer trabajo genuino para reducir la enorme cantidad de aportes del estado en materia de planes, subsidios, etcétera.

En lo que respecta a la justicia, la mirada estará puesta en saber cuál es la reforma judicial que se alienta desde el Poder Ejecutivo. Nadie puede negar que el país necesita esta reforma, pero para mejorar el funcionamiento de ese poder del Estado y no para alimentar la impunidad de la compañera del presidente, abrumada por la cantidad de causas que tiene (curiosamente hoy, como vicepresidenta y titular del Senado, va a estar al lado del primer mandatario en el recinto de Diputados).

La cuestión reforma judicial es una cuestión que mueve y conmueve, a tal punto que si bien los integrantes del máximo tribunal de justicia de la Nación, la Suprema Corte, fueron invitados no van a estar presentes en el recinto. Seguirán la palabra presidencial desde el Salón de Acuerdos de Tribunales, porque prefieren ese lugar ante la cantidad de diatribas y presiones que han venido recibiendo en los últimos tiempos.

La oposición espera con interés esta palabra, y como dijo el titular del bloque de Juntos por el Cambio, el cordobés Mario Negri, la esperanza está puesta en que el presidente le hable a los argentinos y no solo a los kirchneristas.

Este es el gran desafío que enfrenta hoy el presidente de la Nación, o sea, hablar a los argentinos, de todos los colores políticos, razas y/o religión. y no que centre su discurso en los que pertenecen al sector oficialista. 

Lógicamente, el tema salud no podrá faltar en la palabra del presidente. Cómo se encaró la pandemia, el confinamiento, los resultados y la apuesta a contar con las vacunas necesarias para que todos los argentinos sean prevenidos, lógicamente con las prioridades del caso, empezando por el personal de salud y seguridad, los adultos mayores, las comorbilidades y demás.

Seguramente hará alguna alusión a los que se llamó el Vacunagate, más allá de que haya dicho que es una payasada y que fue una picardía como colarse en la fila -sin duda un error garrafal de Fernández, porque incluso eyectó del gabinete a su amigo, el ministro de Salud, Ginés González García, tras la comunicación del periodista Horacio Verbitzky- y se anhela que tenga autocrítica, algo que últimamente parece difícil en los que gobiernan.

En síntesis, mucha expectativa por el discurso de apertura del Congreso y la enorme esperanza de que abra su corazón para tratar de encontrar en todos los argentinos la deseada respuesta de que habló para todos y no para unos pocos.

Vale cerrar este comentario para recordar que solo habrá 90 legisladores en el recinto, el resto seguirá el discurso en forma virtual, no habrá una manifestación por el presidente por pedido especial del propio Fernández -habían previsto una marcha sectores del oficialismo, máxime después de la marcha de la oposición del último sábado, sin embargo el presidente pidió que no lo hagan y dijo que ellos protegen al prójimo "no como otros que no lo hacen", por los que marcharon el sábado- y entonces será una apertura de sesiones atípica, acorde con los tiempos que corren.

Ojalá podamos elogiar al presidente porque dejó de lado el discurso de barricada para probarse el traje que lo vista como aspirante a estadista.

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