No será un sábado más. Este último sábado de febrero tiene una particularidad especial en la República: desde distintos lugares ciudadanos han decidido manifestarse en Plaza de Mayo y en otros sitios del país para que el gobierno de Alberto Fernández tome en cuenta los reclamos. La cita es a las 17.
No es una marcha partidaria, aunque referentes de la oposición hayan adelantado que mañana van a estar, entre ellos la titular del PRO, Patricia Bullrich. El diputado nacional del PRO, Waldo Wolff, avisó que hoy viajaba a Clorinda, en la provincia de Formosa -junto a su colega, la quilmeña Mónica Frade- pero que mañana va a participar de la marcha.
La gran incógnita que aparece en este caso es saber la cantidad de argentinos que van a estar en esta manifestación, teniendo en cuenta que es un fin de semana especial, ya que desde el oficialismo se anuncia una marcha el lunes para apoyar al presidente, que estará dando el discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.
Una de las cuestiones que habrá que desentrañar el lunes está relacionada con la marcha de mañana. De qué manera el gobierno absorberá la manifestación de argentinos indignados, enojados, preocupados por el manejo de la vacunación contra el coronavirus y las denuncias de Vacunagate, así como otros rasgos del gobierno que irritan a la oposición y a muchos argentinos que no entienden cuál es el verdadero Alberto Fernández, si el que se enoja en México con los jueces, con los que protestan por la discriminación en materia de vacunas, o el que avala la posición de un referente del kirchnerismo como el senador nacional Parrilli, quien dice lo más suelto de cuerpo que a Lázaro Báez lo condenaron a 12 años de prisión, no por lavado de activos sino por ser morocho, de tez oscura...
La marcha de mañana es una gran oportunidad para que el gobierno tome nota y en la respuesta del lunes entienda que desde la primera magistratura hay que gobernar para los argentinos de todos los colores políticos, no solo para los oficialistas.
La posibilidad de protestar es un derecho que tiene todo ciudadano, máxime en una República, que debe sustentarse en la división de poderes, la defensa de la libertad de expresión, el respeto por el otro, en fin, aquellos elementos que hacen de la patria un lugar que merezca ser vivido.
El tema Vacuna y privilegios pudo ser la gota que rebalsó el vaso y las palabras del presidente calificando de payasada lo que se publicó al respecto, ese fue quizás el gran detonante para que mañana muchos sientan la necesidad de expresarse.
Comentarios