POR EL ESCANDALO DE LAS VACUNAS, SE MOVILIZO LA OPOSICION


La oposición cumplió esta tarde en Buenos Aires y otros sitios del país una importante movilización para alertar al gobierno nacional por el escándalo de las vacunas.

Con banderas argentinas y convocados en forma espontánea, muchos ciudadanos se acercaron al Obelisco, Plaza de Mayo y otros sitios de Capital, Gran Buenos Aires y las principales localidades de la Argentina para manifestar su preocupación por la manera en que se ha venido manejando la vacunación contra el coronavirus.

No olvidemos que el episodio de las vacunas eyectó del gobierno al ministro de Salud, Ginés González García, quien fue echado por el presidente Alberto Fernández a raíz de haberse descubierto un vacunatorio VIP que funcionó en el propio Ministerio, en el Hospital Posadas y en otros lugares de la Argentina.

En la provincia de Buenos Aires se detectaron muchos casos de vacunas que fueron aplicadas a personas a la que no les correspondía, por su edad, estado de salud, cargo, función, etcétera.

Entre estos privilegios vale citar el caso de personal convocado para los call centers que funcionaron en Universidades a fin de detectar los casos. Entre esas universidades se encuentran la Universidad Nacional de Quilmes, la de La Plata, la Arturo Jauretche, de Florencio Varela, la de Lomas de Zamora, etcétera.

Frente al escándalo de las vacunas, que son un bien escaso, los que manifestaron hoy mostraron su indignación por algunas actitudes del presidente de la Nación, Alberto Fernández, como calificar de payasada a las protestas y de decir en México que no era delito la cuestión, haciendo una comparación burda como la de colarse en una fila.

Quienes han sufrido la pérdida de familiares por Covid o que esperan por edad, comorbilidades, situaciones de riesgo la llegada de la vacuna fueron los principales detractores de la actitud del gobierno nacional ante la situación.

El presidente de la Nación ha pedido hoy que no se realice la marcha prevista para el lunes, día en que pronunciará en el Congreso el discurso de apertura de un nuevo período ordinario de sesiones.

Fernández justificó ese pedido ante lo que sería una respuesta a la movilización de hoy en el hecho de que hay que cuidar a los argentinos y lamentó que los que marchan, por la movilización opositora de hoy, están poniendo en peligro la salud del prójimo. Una definición un poco sesgada, frente a la realidad de casi un año de pandemia y olvidando algunos hechos ocurridos tiempo atrás, como la movilización por el velatorio de Diego Maradona, quien murió el pasado 25 de noviembre.

Así las cosas se espera con singular interés el discurso del primer mandatario el lunes. La pregunta que todos hacen está relacionada con qué Alberto Fernández hablará en esta ocasión. ¿El que se dirige a todos los argentinos, sin distinción de clase, credo, religión, idea política o aquel, que queriendo complacer a su socia, afectada por varias causas judiciales, se encargará de denostar a la oposición por su manera de protestar?

La República necesita hoy más que nunca un Alberto Fernández equilibrado, que por lo menos muestra algún atisbo de aspirante a estadista, máxime cuando días pasados, en ocasión del homenaje a San Martín, pretendió compararse con el padre de la patria y lamentó que el periodismo actual no se presente como el del tiempo del Gran Capitán, que no le ponía palos en la rueda.

Algún periodista le ha contestado al presidente y recurriendo a las páginas de la historia, le recordó que en aquellos tiempos esos prohombres del país eran los periodistas que, por ejemplo, llenaban La Gaceta con sus opiniones. O sea, los periodistas se confundían con esos hombres ejemplares porque eran las mismas personas. 

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