Siguen produciéndose novedades en el llamado vacunagate comienzan a conocerse situaciones que producen escarnio y que generan preocupación en todos los que van conociendo las cuestiones.
Lamentablemente, el presidente de la Nación ha minimizado las cosas desde México y confundido el mensaje, hablando de "payasadas" al referirse al tema Vacunagate, incluso con la ironía de decir que no es delito colarse o adelantarse en la cola.
Parece increíble que quien diga esto sea profesor de la Facultad de Derecho, como si lo que se hubiera aprendido en su carrera quedara de lado para acomodarse al relato que se pretende imponer desde el oficialismo.
Por eso también resulta increíble que vuelva a pedir a los jueces que se aboquen a los temas que le importan (a él y a su gente) y no diga nada de todos los casos judiciales que afectan al actual oficialismo, comenzando con su jefa, que sigue sin decir nada de todo lo que está pasando.
Siguen apareciendo nombres y apellidos de vacunados por izquierda, usando y abusando de su ubicación dentro del poder.
El Hospital Posadas, el Hospital de San Nicolás, provincias como Catamarca, La Rioja, Córdoba, entre otras, aparecen en la lista de los que pudieron vacunarse por estar cerca del poder.
En la provincia de Buenos Aires la indignación surgió con casos ocurridos en Olavarría, Henderson, Chivilcoy, etcétera, y las sonrisas fotográficas de integrantes jóvenes de La Cámpora haciendo la V de la victoria para festejar ser vacunado joven.
El lunes el presidente tendrá que hablar ante los legisladores en la inauguración de las sesiones del Congreso, según la fecha que estableció la reforma de la Constitución de 1994. Y se espera con intensidad y mucha curiosidad saber lo que va a decir, porque tendrá que definir si va a gobernar para su gente solamente o si finalmente se vestirá con el traje de estadista para hablar a todos los argentinos sin distinción de raza, credo, religión, color político.
Si algo ha dejado en forma positiva la pandemia, el caso Vacunagate vale para mostrarnos como somos y como se reacciona ante la violación de las normas.
Los argentinos mansos miran la situación y ojalá tomen conciencia y comiencen a demostrar que en el país el único soberano es el pueblo argentino y los que mandan solo están en este lugar porque se los votó, pero para que gobiernen para todos, no para un sector.
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