De la pluma del colega taquígrafo Jorge Bravo podemos publicar la relación del gran escritor ruso Fedor Dostoievski con la taquigrafía. Vale destacar que hoy se cumplen 140 años del
Se recuerda que El Jugador pudo ser publicada gracias a la taquigrafía, Dado el exiguo plazo con el que el autor contaba para la entrega de la obra al editor, con el riesgo de perder todos los derechos sobre sus obras si no cumplía, decidió recurrir a una taquígrafa. Así conoció a Anna Grigorievna, quien utilizaba el método taquigráfico Gabelsberger, a la que le dictó en pocos días toda la obra y con quien se casó poco tiempo después. Parte de otras de sus famosas novelas también fueron dictadas por Dostoievski y escritas taquigráficamente por Anna Grigorievna.
Luego de una vida complicada por su adicción al juego, por deudas y por problemas de salud, falleció el 9 de febrero de 1881 a los 59 años, al lado de Anna, quien lo ayudó para salir de todos esos problemas... y para ayudarlo, con la taquigrafía, a escribir sus obra.
En la ciudad alemana de Baden Baden en el centro del hermoso parque Revolución se levanta un monumento al gran escritor ruso. En esa ciudad vivió un tiempo junto a Anna y dicen que escribió buena parte de El Jugador. O por lo menos ahí inspiró su obra porque en ese casino de la ciudad del juego, Baden Baden, desplegó toda su pasión y adicción por el juego, incluso se enfermó y fue la propia Anna quien bajó su fiebre con paños fríos.
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