HOLOCAUSTO: DIA INTERNACIONAL DE LAS VICTIMAS


 Hoy es el día internacional de las víctimas del holocausto. Se recuerda aquel 27 de enero de 1945 cuando las tropas soviéticas entraron en el campo de concentración y exterminio Auschwitz-Birkenau, el mayor de los instalados por el régimen nazi de Adolf Hitler.

En los campos de concentración fueron asesinados más de seis millones de judíos, lo que ha sido llamado el mayor exterminio de la historia: el Holocausto.

El 1 de noviembre de 2005 la asamblea general de Naciones Unidas proclamó el 27 de enero como el día internacional de conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto.

El mayor campo de exterminio, Auschwitz-Birkenau fue lugar de exterminio, prisión y trabajo esclavo más grande de la Alemania nazi. Está cerca de Oswiecim, en el sur de Polonia (esa zona fue anexada a Alemania al principio de la segunda guerra  mundial). Dicen que ahí murieron entre un millón y un millón y medio de personas: el 90 por ciento, judíos.

En la citada asamblea de la ONU se declaró que el Holocausto será siempre kuna advertencia para todo el mundo de los peligros del odio, el fanatismo, el racismo y los prejuicios.

EL MUSEO

Una visita a Berlín, Alemania, siempre tiene su cuota de conmoción cuando se decide visitar el Museo del Holocausto.

Obra del arquitecto Daniel Libeskind. Fue construido en el 2001. Este museo judío de Berlín es epicentro para conocer toda la terrible historia de estos lugares que fueron un espejo de lo que puede hacer el hombre gobernado por la irracionalidad. 

He aquí el testimonio recogido en setiembre de 2017 cuando se hizo una visita en familia al Museo.

"El monumento en memoria de los judíos asesinados en Europa está en el centro de la ciudad y es el más importante del país.

La visita mueve y conmueve, ya sean los 2711 cubos de hormigón ubicados en la superficie, con angostos pasillos como el subsuelo donde se viven con intensidad aquellos años de la segunda guerra mundial en que los nazis persiguieron, torturaron, masacraron  y exterminaron a millones de judíos.

La historia dice que a fines de 1980 nació la iniciativa del monumento, alimentada por la periodista Lea Rosh y el historiador Eberhard Jackel.

El 25 de junio de 1999 el Parlamento alemán aprobó la propuesta en base al proyecto de Peter Eisenman, creándose una fundación federal para su mantenimiento.

La construcción empezó el 1 de abril de 2003 y se inauguró al público el 12 de  maymo de 2005.

El monumento consta de un campo de estelas de 19 mil metros cuadrados con 2711 cubos de hormigón y un centro de información. 

El diseño de la exposición sobre persecución y exterminio de los judíos de Europa, y también los lugares históricos del crimen fueron idea de Dagmar von Wilcken. El lugar recibe alrededor de medio millón de visitantes por año.

Después de la modificación de la ley del 3 de julio de 2009, la fundación del Monumento en Memoria de los Judíos Asesinados de Europa se encargó del Monumento por los Homosexuales Perseguidos y del Monumento para los Sinti y Roma, asesinados en Europa.

Fueron más de 5,8 millones de judíos exterminados: entre judíos, polacos, rumanos, búlgaros, franceses, alemanes (160 mil), belgas..

En el subsuelo se puede conocer la historia de distintas familias judías de toda Europa que sufrieron este exterminio.

Se habla de los ghetos, los trenes de la muerte, los campos de concentración... Y entre las familias, cuyos nombres anotamos, podemos citar a los Hoffmann, Dreyfuss, cuyas historias como tantas otras son conmovedoras.

En el Museo, en la sala de las familias, son quince familias con sus biografías. Fotos y documentos reflejan la variedad del judaísmo europeo antes del holocausto e informan sobre el exterminio, la expulsión y el asesinato de estas personas.

Y en la sala de los nombres se pueden oír nombres y breves biografías de judíos asesinados y desaparecidos de toda Europa. La lectura de estas biografías de todas las víctimas duraría así unos seis años, siete meses y 27 días.

Se trata de una sala que se va ampliando con la ayuda financiera de la Asociación de apoyo al Monumento de los Judíos Asesinados en Europa, asociación registrada.

EL RECORRIDO

El ingreso al Museo del Holocausto comienza con una información general sobre la política del terror nacionalsocialista desde 1933 a 1945. A través de textos e imágenes se presenta la persecución y asesinato de judíos europeos. Seis retratos en formato grande representan a los casi seis millones de víctimas.

La primera sala temática ofrece artículos de periódicos, cartas y las últimas notas que tuvieron lugar durante la persecución. Este área personal se complementa con una cinta alrededor, que menciona el número de víctimas afectadas en las fronteras europeas durante el año 1937.

En la sala de los lugares se muestra el holocausto extendido geográficamente por toda Europa. El tema central pasa por ubicar los crímenes en Europa central y oriental.

Material histórico audiovisual y fotográfico muestra 220 lugares de persecución y exterminio.

Si se quiere tener más información hay que acceder al sitio www.memorialmuseums.orgd.

PLAN EXTERMINADOR

El Holocausto fue un programa planificado de exterminio, ideado por Adolf Hitler y otros jerarcas nazis que apelaron al asesinato industrializado y sistematizado de ciertos grupos sociales.

No solo los judíos sufrieron las consecuencias, también fueron perseguidos los gitanos, los homosexuales y los discapacitados.

El plan lo ejecutó Hitler pero previamente fue creado y diseñado por el comandante en jefe de la SS (organización militar, policial y de seguridad de la Alemania nazi) Heinrich Himmler.

Este luego sería ministro del Interior y estableció una forma metódica de eliminación de grupos sociales que según su entender impedían crear la famosa raza aria para dar solidez, poder y superioridad a la nación germana.

Toda una locura que el Museo recuerda y pone en evidencia para que nunca más se repita.

Aunque parezca mentira, hay quienes ponen en duda la existencia del Holocausto. La visita al Museo, los testimonios, las imágenes del horror son prueba elocuente de esta barbarie que humilló a la raza humana.

Dejar el Museo y caminar por las calles de Berlín, entre bicicletas,  autos de alta gama, industrias, buses y todas las imágenes del primer mundo significa salir del infierno para abrazar al inefable sensación de estar vivos.

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