El contrato del futbolista argentino Lionel Messi en el FC Barcelona ha generado un escándalo porque el diario español El Mundo ha revelado que a lo largo de cuatro años -el contrato vence el 30 de junio próximo- percibirá una suma superior a los 555 millones de euros.
Con descuentos, impuestos, etcétera, en estos cuatro años -el contrato fue firmado en 2017- en forma neta al crack argentino le quedarán 297 millones.
La revelación del contrato y de las cifras ha provocado un escándalo, como es de suponer y el club catalán ya abrió el paraguas anunciando que hará juicio al diario y agregando que no filtraron el contrato.
En el mismo sentido, el futbolista señaló a través de su abogado que tomará las mismas medidas contra el diario.
Quienes están en el mundo Barcelona hicieron trascender que aquí puede estar la mano negra del propio ex titular del club, Joseph Bartomeu, como manera de castigar la actitud del jugador de adelantar que está dispuesto a irse de la entidad que lo alberga desde hace muchísimos años. También se dirigen las acusaciones al presidente de la Comisión de Gestión, que se hizo cargo hasta que haya elecciones en la entidad, o sea, Carles Tusquets.
Lo cierto es que el mundo futbolístico hoy juega en torno al crack argentino y la revelación del jugoso contrato, algo que difícilmente ocurra cuando se trata de jugadores de la elite. Pero aquí, evidentemente, hay alguien que decidió patear el tablero enojado por la posible ida del jugador en los próximos meses y fundamentalmente, por la difícil situación económica que atraviesa el Barcelona.
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