TELON PARA EL 2020, REFLEXIONES DE UN PAIS BIFRONTE


 Si alguien imaginó que el poder recaía en el presidente, el último acto de ambos conductores despejó dudas. Porque Cristina Fernández no solo se expresa por cartas, a veces prefiere decir las cosas de frente y eso ocurrió el otro día en La Plata, con la presencia también del gobernador bonaerense y otros funcionarios del oficialismo.

Algún funcionario opositor advirtió que no había concurrido al acto porque era partidario, como al final fue.

Allí la vicepresidenta presidencial aprovechó la ocasión para repartir a diestra y siniestra. Reiteró aquello de los funcionarios que no funcionan, los ministros que pueden tener miedo y en ese caso hay muchos "laburos" para tomar, le dio para que tenga a la Corte, etcétera y dejó picando la sensación de que la Argentina sigue siendo el país de las dos caras, con un gobierno bifronte y si bien el presidente Alberto Fernández puede decir algo propio, siempre está la barrera de la vicepresidenta para que termine diciendo que piensa en todo como ella.

Estas reflexiones surgen en este día tan especial, 20 de diciembre, porque hace 19 años el país vivía una situación muy traumática que derivó en la renuncia del presidente Fernando de la Rua y todo lo que recordamos. 

Por suerte hoy la situación es muy diferente, en todo caso se demuestra que una cosa es el peronismo en el gobierno y otra, en la oposición.

De todas maneras, en medio de la pandemia, el coronavirus, la espera de la mágica vacuna -sea rusa, norteamericana o lo que sea, lo importante es que dé seguridad de efectividad- los argentinos necesitamos escuchar a gobernantes que nos hablen a todos, no solo a ellos, porque de lo contrario seguiremos transitando el lamentable camino de una grieta histórica que no suma sino resta, divide y multiplica los problemas.

Ojalá que el 2021 nos encuentre a todos dispuestos de corazón a abrazar un país que merezca ser vivido...

PD: alguien dijo por ahí que cuando un mediocre tiene un gramo de poder cree que tiene una tonelada de autoridad. ¿Será de José Ingenieros, el del Hombre Mediocre?

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