En el bar aledaño al teatro Municipal de Quilmes, que lidera Javier Olea, se puede apreciar un afiche que muestra lo que se llamó LA PELEA por antonomasia de los pesados. Era el 7 de diciembre de 1970 y en el Madison Square Garden combatían el argentino Oscar Ringo Bonavena y el norteamericano Cassius Clay, ya llamado Mohammad Alí.
Cuenta el periodista Osvaldo Príncipi que ese día se paralizó la Argentina y el rating televisivo alcanzó niveles increíbles.
Recordemos que días antes - el 7 de noviembre de ese año en Italia, el santafesino Carlos Monzón se consagraba campeón mundial de los medianos al vencer por nocaut al peninsular Nino Benvenutti- y el mundo del boxeo estaba muy convulsionado por la presencia argentina en los ambientes mundiales.
El choque Alí-Bonavena representaba el enfrentamiento entre el chico grande Ringo, hincha de Huracán, famoso por sus bravuconadas y cancherismo, ante el militante de la paz Alí, quien se había negado a la guerra de Vietnam y había sido suspendido. Por eso fue condenado a prisión y se le retiraron los títulos durante tres años.
Cuando se le permitió volver a pelear venció con facilidad a Jerry Quarry.
Bonavena sabía que era inferior a Cassius, sin embargo mantuvo su fanfarronería. Así ocurrió en el pesaje en que Ringo lo llamó Clay -por su religión musulmana decía que su nombre era Muhammad Alí- y le hizo morisquetas. Hasta lo llamó chiken (gallina).
Llegó el día de la pelea, con toda la gran expectativa que generó el cruce. Y una Argentina pendiente del hombre de Parque Patricios, el hincha de Huracán, que tenía en el rincón a los hermanos Rago.
La pelea fue intensa y Ringo estuvo a punto de concretar la hazaña porque en el noveno round cayó Alí, cuando el argentino lo vapuleaba a puro gol. Lo salvó la campana.
Bonavena llegó exhausto al décimoquinto round y ahí Alí fue contundente y lo tiró tres veces, con nocaut técnico.
Ringo terminaba rendido ante el más grande pesado de todos los tiempos, pero su actuación mereció el reconocimiento de los argentinos, sabedores que enfrentaba a un rival superior.
Después la historia es conocida. Ringo se instaló en los Estados Unidos, se metió en lugares equivocados y terminó asesinado por el guardaespaldas del dueño de un prostíbulo. Ringo flirteaba a la mujer de ese personaje oscuro como Joe Conforte. Murió en Reno, Nevada, en el Mustang Ranch, el 22 de mayo de 1976.
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