PABLO LAGUNA LLANO: EL MENSAJE DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO

                                 El padre Pablo Laguna en Cultivos de Quilmes


 Todos los años desde Bilbao, España, el padre Pablo Laguna Llano nos acerca su mensaje de Navidad y Año Nuevo, para reflexionar, escuchar la palabra de Dios y reflexionar sobre el momento que nos toca vivir, al país, a la humanidad, sobre todo en esta ocasión de una pandemia que provoca zozobra y que más que nunca exige meditación.

Por supuesto este querido sacerdote nos dice de entrada que este año el anhelo por doquier "es que pase la pandemia, que podamos abrazarnos, etcétera. A lo mejor el 2021 llega a ser un verdadero año nuevo. Todos queremos regresar a la normalidad, como estábamos al inicio de la pandemia pero consciente o inconscientemente se ha añadido: Ya no será igual. Será "una nueva normalidad".

Agrega que "la pandemia ha humillado nuestro orgullo de creadores y dominadores de la naturaleza. Nuestra razón nos ha endiosado. Somos capaces de todo. Y al final, el dios absoluto de nuestra razón, de nuestro orgullo intelectual, de que todo lo alcanzaremos, nos ha dejado desnudos ante el covid 19. Y de paso la economía al traste. La progresiva deriva consumista ha caído en picado. Las bolsas, perdiendo dígitos millonarios. Y ya empieza el negocio de las vacunas que debilitará más las economías precarias de muchos países.

"A todo esto sigue en aumento la sed devoradora del poder. Dominar, imponer y excluir. Nuevos totalitarismos populistas surgen como nuevos mesías, al mejor estilo romano con pan y circo. Preocupados por los pobres, van en aumento y siguen siendo pobres. Muchos políticos han entendido que el mejor negocio de la vida es la política y con la excusa de que están sirviendo a los intereses del pueblo, lo que está claro es que priva más la ideología, el propio interés y todo ello con careta de progreso.

JESUS DE NAZARETH

"En estos días recordamos el nacimiento de Jesús de Nazareth, Dios con nosotros y para nosotros. En su vida, que legitimaba su palabra, nos invitó a la nueva humanidad. Mujeres y hombre solidarios, hermanos donde el supremo valor es la común dignidad humana que está por encima de todo proyecto económico, de toda ideología de poder y de toda iglesia. Quien  no está al servicio de la dignidad humana es un vulgar explotador.

"Qué anhelamos, regresar a lo de antes? Lo de antes es una humanidad donde millones de últimos, excluidos y sobrantes como los identifica el papa Francisco, no cuentan para esta sociedad consumista, fruto de la injusticia, del dominio y expolio de la creación.

"Tiene que ser nueva normalidad porque lo que dejamos con la pandemia era el problema: una normalidad anormal. Un mundo de injusticia sin voluntad política de acabar con el sufrimiento de millones de seres humanos a los que solo llegan las migajas de la mesa consumista, de la que participamos todos a diferentes niveles. Como concreta Javier Vitoria: "El objetivo inaplazable de la normalidad que viene, para que sea de verdad nueva, es acabar con el sufrimiento de las víctimas de este sistema injusto y normalizado que vivimos".

¿QUE NOS PASO Y

 NOS ESTA PASANDO?

"Qué nos ha pasado y nos está pasando? Muchas declaraciones de buenas intenciones. Unos remarcan su fidelidad a los intereses de la Patria. Otros, mucho énfasis en presentarse como progresistas. Estamos poniendo parches. No tenemos la espesura del sufrimiento del otro. No ha hecho carne en nosotros. No tenemos misericordia porque no nos duelen las entrañas.

"Quizás nos ha pasado lo del hombre necio del Evangelio que construyó su casa en la arena y cuando vino la tormenta se la llevó. Nuestra sociedad, nuestra historia, nuestra aldea global la tenemos que reconstruir con cimientos profundos de justicia, dignidad, solidaridad y fraternidad. Una vez más comparto la pregunta límite, nuclear de quién es el otro, todo otro para mí? El otro, todo otro, la comunidad, los demás en sus diversas dimensiones, no es algo que responde a mis intereses, a mi ideología, que me conviene, que me es útil y que me sirve. No pasa de ser una actitud explotadora. El otro, todo otro es alguien, una persona, un ser humano que reconozco, valoro y contemplo en actitud de servicio y entrega.

"Aquí merece un momento fuerte de gratitud a todo el personal sanitario por su servicio, entrega y humanidad. Gracias.

"Para no vivir esclavos de esta deriva consumista, tenemos que recuperar niveles de austeridad. Nuestra abundancia es la carencia de muchos. Que nuestro entorno familiar sea la escuela de la austeridad, de la humanidad que nos prepare para una nueva y auténtica Navidad. Que nos eduquemos en el horizonte de que el sufrimiento múltiple del otro es también nuestro sufrimiento. Unos días entrañables y un buen año porque lograremos más rostros humanos".

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