El periodista Emilio Jozami realizó una interesante nota al artista Luis Pereyra, nacido en Santiago del Estero pero residente en Quilmes desde hace años junto a su pareja de baile y de la vida, la alemana Nicole Nau.
Se publica hoy domingo en el diario El Liberal, de Santiago del Estero, bajo el título: Luis Pereyra, de los montes santiagueños a Wuppertal, llevó la danza a la ciudad alemana y de allí al mundo.
Luis Pereyra, de quien tenemos el orgullo de ser casi un columnista de Cultivos de Quilmes, como ocurrió en el programa del pasado viernes, tiene en el baile la razón de su existir y eso lo llevó por el país y por el mundo, y como dice el periodista santiagueño, junto a Nicole siguen difundiendo el arte nativo argentino.
La nota comienza recordando que desde que dejó la localidad santiagueña de El Porvenir, junto a sus padres llegó a Quilmes. Ya sabía que el bailar era la razón y el fundamento de su vida.
En la nota se recuerda que a los once años bailó en el Ballet Salta, de Marina y Hugo Jimenez, esa identificación con el baile sigue hasta nuestros días, con el folklore y el tango como banderas. Y también hoy lo acompaña la docencia con charlas, conferencias, talleres.
Se le pregunta cuándo dejó Santiago y contesta que al año de nacer sus padres ya estaban construyendo su casa en Quilmes. "Querían que mi hermano y yo estudiáramos en Buenos Aires en otras condiciones que el monto, ya que mis viejos sabían que en el campo solo iba a llegar a un segundo grado como mucho, pero se preocuparon que en el año vivamos meses en el monte con los primos de El Porvenir".
Luis comenta que hace veinte años que está radicado en Alemania y señala que hoy trabaja en el país europeo en producciones artísticas, como El Sonido de mi tierra y el espectáculo Vida: se dice de mí, que en su momento se presentó en La Banda, Santiago del Estero, y el espectáculo Los Tangos Judíos.
Aquí podemos agregar que con muy pocos espectadores en el Teatro Municipal de Quilmes pudimos disfrutar en su momento de un extenso ensayo de este espectáculo Vida..., en que tanto Luis como Nicole y el elenco de bailarines mostraron todo su talento y al igual que Francois Truffaut, en La noche americana, permitieron ingresar a la cocina del ensayo, con todo el color y el calor de lo que eso implica, y que era el aperitivo de lo que en aquel momento iban a presentar en Europa, fundamentalmente Alemania.
Luis reconoce en la entrevista que extraña mucho Santiago y Quilmes cuando está en Alemania.
SANTIAGO QUERIDO
Una pregunta hace a las actividades que desarrollaba en Santiago. "Cuidar cabras, gallinas, andábamos con el arado y cuidar el campo a caballo, el mismo campo que está hoy ya casi sin vegetación. Desde los once años bailé en el Ballet Salta hasta los 16. Estuve en todos los festivales en Santiago y los que se realizaron en el teatro 25 de Mayo, siempre de la mano del gringo Bravo Zamora.
Agrega que estudió en Quilmes, la primera en el colegio José María Sobral Nro. 62. La secundaria fue en la Escuela Técnica Angel Gallardo, en Avellaneda. En lo artístico se formó en el teatro Colón, área coreografía, en la Juilliard School New York -poco tiempo porque bailaba en Tango Argentino, en Broadway. "Iba una vez por semana y como excepción me dieron permiso para estudiar conceptos de danza".
Habla luego de su familia, con su compañera Nicole desde hace veinte años, de su hijo Nazareno, de su anterior matrimonio. "Tengo mi hermano de sangre, Daniel Pereyra y dos hermanos de crianza, Mario Orlando y Delicia. La mayor parte de la familia está en Santiago, los Pereyra de parte del padre y los Cabrera de parte de la madre.
No faltó la pregunta de lo que extrañaba de Santiago. "Todo, absolutamente todo. Más en esas reuniones de muchas mesas interminables y fundamentalmente, caminar por el monte. Eso me parte el corazón cuando no lo puedo hacer. Cuando voy, antes de llegar al campo, camino mucho por el monte. Necesito ese olor a jarilla y poleo en mi ser, ver esos árboles y visitar la represa, donde aun hoy está ese quebracho de más de 500 años y donde mi madre sombreaba cuidando las cabras".
Sobre el desarraigo y cómo lo enfrentó, Luis confiesa que lo hace "con la poca valentía que me queda, a veces con dolor, otra con la mayor fuerza que pueda. Me refugio en la oración del Rosario y así tomo coraje, no me es fácil. Ya entré en el ocaso de mi vida y se me hace difícil, pero cuando pienso que puedo ayudar a mi esposa Nicole, a mi hijo a que esté algo mejor en Argentina, me doy cuenta de que vale la pena sufrir el desarraigo.
Refiere a Aníbal Troilo, cuando hay que contestar si vuelve a Santiago -acotemos que en Quilmes vive en la calle 390, en realidad se llama Aníbal Troilo- dice que siempre vuelve. "Como decía Aníbal Troilo, nunca me fui, siempre estoy volviendo (en referencia a su barrio).
Lo último de la nota se relaciona con el coronavirus y los protocolos. Luis dice que toma la cuestión con responsabilidad, barbijo, distancia social y alcohol. "Este año teníamos los cursos de baile en el este de Alemania. Me costó salir del país (Argentina) por los trámites burocráticos y a pesar de que tengo los papeles de casamiento y todo en orden, costó salir y me costó regresar. Fueron un éxito los cursos de baile. Más de cien personas en quince días, pero no se podía cambiar de pareja en el baile a la noche. Hicimos con Nicole todo el protocolo y salió todo más que bien, gracias a Dios y la Virgen. Cero contagios, pero eso fue en setiembre de este año. Regresé solo a la Argentina y hace un mes regresó Nicole, porque en Alemania llegó el frío y se puso feo.
Luis cuenta que al principio creía que el alemán era respetuoso de las medidas para frenar el Covid 19 "pero tuvimos problemas con algunos alumnos que no querían usar el barbijo en el hotel donde dimos las cátedras de cultura argentina y tuvimos que ser duros con ellos. No, el alemán en su mayoría no cree en el Covid 19 y en verdad no es respetuoso de las medidas que pide la canciller Merkel. Hablo de la mayoría, lamento por los que sí se cuidan. La canciller Angela Merkel está muy triste por el comportamiento de su pueblo y de sus gobernadores que ponen piedras en el camino".
En síntesis entrañable nota del periodista Emilio Jozami en El Liberal y un Luis Pereyra auténtico. Que nos deja picando esa imagen profunda... El olor a jarilla y poleo... ver los árboles... visitar la represa que aun conserva el quebracho de cinco siglos, donde la mamá sombreaba cuidando las cabras...
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