El capítulo 13 del programa Mantenga sana su visión, dentro de la Media Luna Oftalmológica, propuesta de los clubes de Leones, habla de la diabetes y la salud ocular.
Se puede estabilizar y controlar la glucemia con una dieta saludable y con la realización de actividad física y/o ejercicio de forma regular.
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y la segunda causa mundial de ceguera.
Los diabéticos deben visitar, al menos una vez al año, al oftalmólogo parea hacer un fondo de ojo (retina, mácula y nervio óptico). El control y anticipación darán la oportunidad de tratar terapeúticamente una posible y paulatina pérdida de la visión.
El fondo de ojo es un restudio en el que se aplican gotas que dilatan las pupilas. Es sencillo, no provoca daño ni dolor. Si se comprueba la existencia de retinopatía diabética hay que efectuar otros estudios para determinar el tratamiento, que suele incluir terapia con laser o cirugía.
Para cuidar los ojos hay que realizar exámenes anuales. Como mínimo cada año, la persona con diabetes debe ir al oftalmólogo para hacer un examen ocular que incluya fondo de ojos/ Agudeza visual/ Presión intraocular.
Prevención
Glucemia siempre normal.
Presión arterial siempre normal.
El tratamiento de lesiones en al retina, con laser, cirugía en casos muy complicados, con mal pronóstico visual.
Se recomienda prevenir las lesiones en los ojos.
Debe descubrirse la diabetes lo más temprano posible, sobre todo si hay antecedentes familiares o bien si se padece obesidad.
Es bueno tener las glucemias siempre normales.
Tener la presión arterial siempre normal.
Concurrir al oftalmólogo una vez al año.
Vivir más sano.
Comer mejor, con poca sal.
Realizar actividad física.
Medir la glucemia en casa.
Cumplir con la medicación.
Realizar educación diabetológica.
No tener miedo.
Es fundamental no esperar a tener síntomas en la visión para consultar al médico.
Como siempre hay que aclarar que la información que se facilita por este medio en modo alguno se pretende sustituir a un servicio de atención médica directa, así como tampoco hay que utilizarla para establecer un diagnóstico o elegir un tratamiento.
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