FIN DE AÑO: NO PENSAR EN IRSE SINO EN HACERSE CARGO...


 Por Eduardo Menescaldi

Estamos a poco tiempo de que caiga el telón de este año 2020, que seguramente será rápidamente olvidable porque tuvo de todo, la pandemia, el coronavirus, el confinamiento, la ida de muchísimos seres queridos, en fin, una serie de pálidas que lo transformaron en un azote mundial.

Porque lo que sucedió aquí en la Argentina se repitió de distintas maneras en otros lugares del planeta, y si bien el coronavirus llegó después del resto, lo que permitió armar un poco estrategias para afrontarlo de la mejor manera posible, con la puesta en condiciones del deficitario sistema sanitario, al cierre del año el más de millón y medio de contagios y los casi 42 mil fallecidos manifiestan a las claras los efectos de un virus que arrasó con todo.

Ahora, en el momento del cambio de año, parece que se viene un rebote o un recrudecimiento de casos, que pondrán otra vez en jaque las estrategias. El incremento de casos puede llevar, según algunas especies, a recular las medidas y volver a primeras fases.

Preocupan los contagios y también, varias irresponsabilidades que se advierten en distintos lugares, como si se tratara de cambiar el hartazgo por la indiferencia.

El encuentro, después de tanto tiempo, de los tres principales gobernantes -Alberto Fernández por la nación, Axel Kicillof por la provincia de Buenos Aires y Horacio Rodríguez Larreta, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- es una especie de adelanto de lo que puede ocurrir en los próximos días.

Las imágenes que se ven en distintos lugares, ya sea de turismo o de shopping, muestran multitudes que respetan pocos los protocolos. Es como si la gente considerara que por estar en verano el virus se fue... y sin embargo los casos han comenzado a crecer.

Además, el anuncio de la llegada de las 300 mil dosis de vacuna Sputnik V pueden llegar a hacer suponer que en la medida en que se apliquen, junto a las otras que seguramente lleguen en los próximos días, también puede obrar como un factor relajante.

Así lo han advertido los gobiernos, que reiteran el mensaje de los protocolos, las precauciones, el aislamiento social, etcétera.

EL BALANCE

La pandemia fue la gran protagonista del año, desde mediados de marzo a nuestros días, pero también hubo otros temas que se conjugan a la hora de hacer balance de fin de año.

La economía, por aplicar la fórmula de priorizar la salud sobre este rubro, se convirtió en un dato altamente negativo, con desocupación, cierre de empresas, pérdida de empleo y demás. 

Cuando desde el poder se advirtió que esta fórmula no era la más efectiva, comenzaron a moverse algunos datos económicos, con habilitación de actividades, reactivación de determinados rubros, etcétera. Aunque se siguió con la política de no habilitar las clases, apelando al recurso de los cursos virtuales, multiplicando la labor de los abnegados docentes y sometiendo a las familias a hacer malabares para responder a las expectativas, con las salvedades de que no todos los hogares contaron con los requisitos técnicos para hacer frente a las clases virtuales. Los padres tuvieron que redoblar los esfuerzos para ayudar a sus hijos en la tarea.

El teletrabajo se transformó en muchos casos en la gran propuesta para seguir las actividades profesionales, que se hacían en las oficinas y que, pandemia mediante, tuvieron que centrarse en los hogares.

LAS PROVINCIAS

La pandemia también trajo problemas provinciales, con distintas políticas a la hora de determinar ingresos y egresos. Hubo provincias, verdaderos feudos, que pusieron aduanas en sus fronteras y que tuvieron a muchos de sus habitantes en los límites para poder ingresar, algo que se extendió la agria espera a lapsos increíbles. Formosa fue el caso más emblemático, incluso con episodios lamentables como el joven Mauro Ledesma, quien no podía entrar para reunirse con su pareja e hija y terminó arrojándose al Río Bermejo para poder cruzar y entregó su vida al morir ahogado.

El fin de año produjo dos leyes en las que el gobierno nacional tenía cifradas esperanzas para tratar de salvar la ropa, en medio de tantos desaciertos. Se aprobó la ley de interrupción voluntaria del embarazo (aborto) y la fórmula de movilidad jubilatoria, con este eufemismo capaz de cubrir un nuevo ajuste a la clase pasiva. Como contrapartida, en forma simultánea un juez disponía que la vicepresidenta pudiera cobrar sus dos jubilaciones y la retroactividad de haberes, con una suma millonaria en pesos que contrasta en forma notoria con el haber mínimo de un pasivo.

Frente a todo lo que pasó en este 2020, que será rápidamente olvidado por sus enormes datos negativos, se abre una nueva instancia con el 2021 y la esperanza puesta en los días que vienen.

"HACERSE CARGO"

En un reportaje que difundió el canal La Nación+, con el periodista Fernando Carnota y el político Julio Bárbaro, se pudo escuchar las reflexiones de este avezado entrevistado, quien dejó este mensaje fundamentalmente a los jóvenes argentinos, que piensan que la mejor solución de la Argentina pasa por Ezeiza (es decir, irse...).

Se le pidió que dejara un mensaje a este sector tan importante de la sociedad, frente a los que pregonan que hay que irse. Así respondió: "A los jóvenes hay que decirles que no piensen en irse... sino que piensen en hacerse cargo". 

Sin duda, una gran reflexión dirigida a aquellos que hoy más que nunca son los que van a tener que tomar la posta el día de mañana para recuperar la Argentina y convertirla en un país que merezca ser vivido.

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