POZO DE QUILMES: TESTIMONIO DE ALBERTO DERMAN POR ALCIDES CHIESA


 A través de lo que acercó la locutora Cristina Oller, en las redes podemos seguir el testimonio de Alberto Derman, quien refiere el caso del quilmeño, director cinematográfico, Alcides Chiesa -foto-, en el marco del juicio por las brigadas de Quilmes, Bánfield y Avellaneda.

Ayer Alberto Derman dio su testimonio y recordó una frase de Julius Fucik, periodista y militante antifascista checo en el momento de subir al cadalso, quizás porque -dice Derman- es la que mejor expresa el espíritu y el perfil de la personalidad del inolvidable Alcides: "Y lo repito una vez más: he vivido por la alegría. Por la alegría he ido al combate y por la alegría muero. Que la tristeza jamás sea unida a mi nombre".

Dice Derman que conoció a Alcides en la mazmorra del pozo de Quilmes, "el país de los niños" como solía llamarlo Alcides con su inigualable humor.

Agregó que ahí pasaron casi cuatro meses, "conviviendo en el mismo calabozo con los gritos de los torturados, la angustia cotidiana de los "traslados" y la incertidumbre de nuestro destino.

Fue él quien me terminó de confirmar el lugar exacto donde nos encontrábamos: había sido junto a su padre quienes colocaron las aberturas de aluminio de la Brigada. Por aquel entonces, la fábrica de aberturas de aluminio de su padre era la más conocida y prestigiosa de Quilmes.

"Innumerables son las anécdotas que retratan la alegría y el humor con que matizábamos nuestro cautiverio: nos reíamos de todo, de nuestro pasado, de nuestro presente y hasta de nuestro incierto futuro.

Recordó Derman que "pasamos nueve días con diarrea, debido a la incomible dieta que nos proporcionaban los carceleros. Indecible la cantidad de chanzas que nos generó dicha situación. Pero quizás esa característica innata del Polaco, de la cual yo participaba gustoso, fue la que nos permitió mantenernos dentro de cierto equilibrio sicológico, formulando proyectos "por si zafábamos": la alegría estaba cimentada en la esperanza de que nuestro martirio pavimentaría el camino hacia un mundo mejor, más justo.

Así fue que una y cien veces imaginamos y diseñamos una futuro película que contara la dramática realidad que vivía nuestro pueblo: sería, decía, su ópera prima como cineasta.

Poco antes de separarnos, quedamos en una cita en el Obelisco, para algún hipotético 7 de enero que se concretó algunos años después, asado de por medio.

"Compañero Alcides Chiesa: !Jamás permitiremos que la tristeza sea unida a tu nombre!".

HOMBRE DE CINE

Como cuenta Derman, Alcides Chiesa era un hombre de cine, estudiante de esa carrera, y la dictadura militar lo secuestró en octubre de 1977 y lo mantuvo detenido desaparecido durante años hasta el año 1982. Estuvo en la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata. Años después, junto a sus hijos, vivió la experiencia de recorrer esa horrorosa U9.

Cuando fue liberado, siempre contó que alguien de la Iglesia avisó a su madre que terminaba su calvario, pronto decidió exiliarse. Se fue a Alemania, donde fue gestando una exitosa carrera cinematográfica.

Una de sus películas emblemáticas, todas con la cuota histórica de su calvario, fue La amiga, con Liv Ullmann y Cipe Lincovsky, que tiene escenas filmadas en Quilmes.

También dirigió una enorme obra como Amigomío, con Daniel Kuniezca y el pibe Mesaglio, que cuenta la historia de un padre y un hijo que viajan de Buenos Aires a Quito, Ecuador, un periplo con sabor a aventura en tiempos de dictaduras, con música de León Gieco, el tema Yendo y viniendo.

Alcides era muy hincha Cervecero, y se lo veía en la platea del Centenario.

Su padre, como cuenta Alberto Derman, era propietario de la empresa Aluminios Chiesa, en calle Hipólito Yrigoyen, a una cuadra de la redacción del diario El Sol, por eso no era extraño que se acercara al matutino para relator episodios de su vida y de las barbaridades que vivió en cautiverio.

Otros filmes que tuvieron a Chiesa como guionista y director; Dixit, Tito el navegante -documental sobre Tito Ingenieri, el histórico creador de la famosa casa de las botellas en el río quilmeño-, Apuntes de un viaje al Iberá, Desembarcos.

Alcides había nacido en 1948 y falleció en abril de 2017.


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