Sorprendió a propios y extraños, quizás el único que no se sorprendió el propio protagonista. Se trata de Javier Mascherano, quien tras la derrota de su equipo, Estudiantes de La Plata, ante Argentinos Juniors en conferencia de prensa anunció la decisión de colgar los botines.
Se cansó de explicar que la decisión la venía madurando desde hace tiempo, que no quería defraudar ni al club Pincha ni a los compañeros y que esa medida la tenía bastante avanzada.
Seguramente el partido de hoy fue la confirmación de que había que decidir: no va más. Y así fue.
Porque, en el puesto de zaguero central, se mostró algo inseguro, debiendo apelar al foul fuerte para parar a alguno de los jóvenes atacantes del Bicho que lo pusieron en aprietos.
En el segundo tiempo el técnico Davobe, de Argentinos, hizo ingresar sangre joven, como el chico Coronel, y fue quizás el golpe final, porque con habilidad y velocidad se encargó de confirmar lo que Javier estaba madurando.
Hay un momento en la vida del futbolista que hay que tomar decisiones, y Javier entendió que era el momento.
Atrás quedó una carrera brillante, de 17 años de fútbol en Ríver, la selección y el fútbol del exterior.
Como días pasados lo anunció en Vélez, Gago, Mascherano tomó el mismo camino, porque seguramente quería retirarse de la mejor manera posible y no terminar dando lástima.
Se fue El Jefe, uno de los grandes futbolistas que dio el fútbol argentino.
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