VIGILIA EN TRIBUNALES, FRENTE AL FALLO DE LA SUPREMA CORTE


 Como ocurrió días atrás, nuevamente hay gentes haciendo la vigilia frente a los tribunales de Talcahuano 550, en Capital, ante la posibilidad de que este martes la Suprema Corte de Justicia de la Nación dé su fallo sobre el caso de los jueces trasladados -Bertuzzi, Bruglia y Castelli- donde las versiones son diferentes en el sentido de si se le dará la razón al Senado o si se insiste en la Acordada de 2018 -la firmaron tres de estos cinco magistrados- que justificó que estos tres jueces ocupen el lugar que han venido ocupando hasta la decisión del Senado, paralizada por ahora con la aceptación del per saltum por el propio máximo tribunal.

La gran incógnita pasa por saber qué actitud adoptará la Corte, que ha venido sufriendo presiones de todo tipo desde el poder Ejecutivo, desde el presidente de la Nación para abajo y lo mismo, desde el propio Poder Legislativo, ya que la principal interesada por este fallo es la vicepresidenta de la Nación, titular del Senado, porque estos tres jueces sustancian causas en las que está precisamente involucrada CFK.

Así las cosas la Argentina está viviendo tiempos especiales, con un clima político que se vive a flor de piel, y que se traduce precisamente en las dos últimas y multitudinarias marcas que sacudieron al país, la primera desde la oposición en el 12-0 que alcanzó lugares de todo el país, con banderas argentinas y el reclamo por la justicia, la libertad, la división de poderes, la seguridad, la educación y tantos otros valores.

La otra marcha fue el 17-0, con motivo de los 75 años del día de la lealtad, que fue el punto de partida del peronismo en la Argentina. En este caso también hubo multitudes y movilizaciones, fundamentalmente del gremio de Camioneros, encabezado por Hugo Moyano, que llenó de camiones precisamente la Capital, una convocatoria que podría llamarse espontánea, claro está si se acepta el eufemismo.

Estas dos marchas volvieron a poner sobre el tapete la vigencia de la histórica y famosa grieta. Desde el oficialismo salieron a criticar la primera marcha, hablando de anticuarentena, que no era la gente, que no era el pueblo los que se manifestaban. 

La otra manifestación, que tuvo un evidente sesgo partidario, apeló a los símbolos y los sentimientos del partido justicialista, aunque algunos de los que adhirieron y apelaron a la lealtad a las convicciones, muchas veces se han olvidado de Evita y Perón como motores del justicialismo.

En los dos lados de la grieta se utilizó la palabra unión como eufemismo, y se criticó al otro que se convierte en profeta del odio por no pensar de la misma forma.

Se habla de unión, todos juntos, etcétera, pero no se repudian las expresiones más violentas que hacen del odio un condimento especial, desde el bowling por la 9 de Julio a otras expresiones, incluso hasta el dirigente que por quedar bien  con sus impresiones hace comparaciones en cuanto al número de convocatoria y filtra una imagen de la movilización que criticado, incluso con una imagen que no deja bien  parada a un ícono de sus pensamiento.

Martes de expectativa y la gran. duda que pasa por la Corte: ¿habrá decisión mañana o se seguirá estirando la incógnita? Y si hay fallo, ¿será para que festejen unos y repudien otros, o tendrá un rigor jurídico capaz de demostrar que en medio de tanta incertidumbre la Justicia responde con su fallo más relevante, capaz de sentar jurisprudencia?

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