RIBERA DE QUILMES: EL LIBRO DEL PROFESOR OLARTE



 En estos días se están cumpliendo 105 años de la inauguración de la rambla de la ribera de Quilmes, esa rambla que fue primera playa argentina, mucho antes que Mar del Plata.

Vale recurrir a los testimonios que presenta en su libro Historia de la rambla quilmeña y del Pejerrey Club, el historiador Jorge Gabriel Olarte.

Explica en uno de los capítulos que "desde que el municipio (de Quilmes) autorizó su construcción el martes 23 de diciembre de 1914 hasta el día de su inauguración transcurrieron once meses y dos semanas.

Habla del balneario y rambla, y de la pileta de agua salada del Pejerrey.

"Con 19 metros de ancho y 28,60 de largo y una superficie de 543,40 metros cuadrados, su profundidad varía de los 0,50 a los 2,9 metros; se llenaba -y se lo sigue haciendo- con agua salada y mineralizada (3,63 por mil de sustancias salinas) extraída de pozo surgente, al principio a 9 y 10 grados de temperatura; una nueva perforación a 21 metros de profundidad permitió obtenerla a 21 grados y si bien esto fue mucho mejor, se previó sacarla a mayor profundidad para extraerla a 31 grados pero por cuestiones económicas no se hizo.

A su costado este se erigió una construcción con techo de tejas a dos aguas que la dividía en dos partes: la que daba a la pileta era una gradería de veinte escalones, donde los bañistas charlaban cómodamente sentados; en la otra, en dos pisos, había cien casillas que se asignaba por día, que se incrementaron a 180.

Esa obra se demolió, dice Olarte, en 1927 al inaugurarse la segunda pileta con sus vestuarios. Y añade que "como la fecha de la inauguración de la primera pileta fue un tanto controversial, desarrollaré el tema para esclarecer definitivamente la cuestión.

A continuación Olarte cita al historiador José A. Craviotto, quien señaló que "en octubre de 1915 se inauguró el balneario con sus dos espigones a medio terminar y la novedad de su pileta de natación".

Olarte recurre a una nota del diario La Prensa, del sábado 23 de octubre de 1915, en la página 113, que dice lo siguiente: "Nuevo Balneario en Quilmes, Berazategui, octubre 22.

"El senador Pablo Palacios, los diputados Cott y Silvano y el señor P.F. Fornabaio visitaron ayer las obras del Balneario de Quilmes, que se inaugurará a fines de noviembre. Fueron recibidos por los hermanos Fiorito, concesionarios de ese balneario, quienes los obsequiaron con un lunch.

Olarte recuerda que no pudo verificar la información ya que La Prensa y La Nación en los meses de noviembre de 1915 nada expresaron. "No obstante infiero que fue inaugurada el miércoles 8 de diciembre de 1915, por dos razones: 1) La ciudad de Quilmes se encuentra bajo la advocación de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, cuya fiesta se conmemora el 8 de diciembre.

2) Como se vio en Buenos Aires durante el dominio español, a la tarde del 8 de diciembre, curas franciscanos y dominicos bendecían las aguas del Río de la Plata, dando así inicio  a la temporada veraniega en las playas porteñas y en el presente, la temporada pileta en el Club (Pejerrey) se inicia...!ese día!".

LOS FIORITO

Del libro del doctor Olarte se destaca el espíritu visionario de los hermanos Antonio y Pedro Fiorito, que advirtieron al cumplirse el centenario de la Revolución de Mayo que gracias a la expansión de la Cervecería Quilmes "nuestro pequeño pueblo ... prontamente se transformaría en una pujante ciudad

"Observaron que las nuevas viviendas que construían los inmigrantes europeos desdeñaban el barro como argamasa para fijar los ladrillos, prefiriendo la mezcla de cal, cemento... y arena. Por lo tanto, si ellos podían proveerla barata a la población quilmeña para la construcción de sus viviendas "a la europea", el éxito de su emprendimiento estaba asegurado.

Pensaron que podían extraerla del Río de la Plata sin afectar al medio ambiente "pues por ser río de aluvión, las excavaciones que efectuarían para obtenerla en muy corto tiempo serían rellenadas por la arena que transportaban el agua en suspensión.

Los Fiorito demostraron mucha astucia parea los negocios y en 1910 planificaron una inteligente operativo comercial: debían obtener la concesión de un tranvía para llegar al río, ser autorizados para extraer arena y como al pasar, solicitarían autorización para construir la rambla.

Obtenida la concesión transportarían la arena de manera rápida y segura a la estación Quilmes del Ferrocarril del Sur y desde ahí por la amplia red ferroviaria podían distribuirla a lugares más alejados del partido, lo que sería un éxito económico rotundo.

PABELLON DE LA RURAL

En su libro el profesor Olarte recuerda que los hermanos Fiorito adquirieron en un remate efectuado en La Rural las instalaciones del pabellón desmontable que había erigido el reino de Italia para participar en la Exposición Internacional del Centenario de la Revolución de Mayo, el que fue premiado como el más hermoso de esa muestra por la infanta Isabel de España.

La Municipalidad de Quilmes. a través del Concejo Deliberante, dio la concesión a los Fiorito para la explotación del tranvía y el balneario el 22 de mayo de 1911. La idea aprobada en Quilmes, fue recibida con beneplácito en la gobernación bonaerense a través del mandatario, José Inocencio Arias y finalmente, con fecha 2 de agosto de 1913 desde la presidencia de la Nación -el presidente era Roque Sáenz Peña- se emitió un decreto en que se declaraba que "la construcción en cemento armado de dos muelles, balneario y rambla anexa, que proyectan llevar a cabo los señores Pedro y Antonio Fiorito.... no afecta ni alterarán el régimen hidráulico del Río de la Plata, concesión que tendrá carácter precario, a fin de evitar impedimentos en el futuro, el desarrollo de obras públicas que en el gobierno de la Nación considera oportuno realizar".

PICNIC...

Quilmes luce con orgullo el hecho de ser primera rambla argentina, mucho antes que Mar del Plata. La ribera fue durante muchas décadas lugar de esparcimiento y recreación, incluso hubo épocas en que gentes de todas partes se acercaban para bañarse en las aguas del río de la Plata, que no estaban contaminadas como ahora.

Los veranos eran inolvidables y los vecinos locales y de otras jurisdicciones disfrutaban del picnic, el baño, el aire libre, etcétera.

En la obra "Picnic... un río con historia", de Gustavo Castignola y Adrián Mulet se historió el significado de la rambla, la ribera y el balneario para los quilmeños, poniéndose el énfasis en esta primera rambla argentina... mucho antes que Mar del Plata.

Están pasando un siglo y un lustro de aquel puntapié inicial y la ribera sigue siendo un lugar de entretenimiento y de microclima, claro está hoy más que nunca necesita ser tenida en cuenta para transformarla, como en el norte del Gran Buenos Aires, en un motivo de orgullo y de encuentro para los vecinos. Deuda de los gobiernos desde la vuelta de la democracia. Hoy se hace difícil ponerla en la mira mientras la pandemia, el coronavirus, la desocupación y tantos bemoles afectan a la ciudad y al país. Sin embargo, alguna vez en el futuro los quilmeños volveremos a pensar en la ribera como un lugar al que vale la pena concurrir... 

Comentarios