El oficialismo tiene una virtud: cada vez que quiere lograr algo utiliza todas las espadas para alcanzar el objetivo.
Después de que una legisladora nacional anunciara la intención de llevar al juicio político al presidente de la Corte Suprema de Justicia, ahora apareció el diputado nacional Leopoldo Moreau e incrementó la apuesta: habló del juicio político a la Corte, es decir al quinteto.
Así las cosas -resulta curioso que los que hablan de evitar las presiones sobre los otros poderes sean los primeros en beber del remedio que critican- ahora habrá que ver de qué manera reacciona el más alto tribunal ante esta situación.
De hecho ya dio un primer paso al aceptar el per saltum de los jueces desplazados, y ahora se espera el fallo frente al contenido del reclamo. ¿Los jueces seguirán manteniendo su independencia o actuarán bajo presión y decidirán a favor de lo que le conviene al gobierno?
Preocupa esta intervención tan descarada de un poder sobre otro, cuando en democracia y con República en marcha la división de poderes es un pilar fundamental.
Los días de octubre que vienen serán fundamentales para que haya respuestas a todas estas inquietudes, no solo por el fallo que tome el Tribunal sino también por la expresión de la ciudadanía.
Se anuncia una multitudinaria marcha para el 12 de octubre, día de la diversidad cultural, en defensa de las instituciones y de la libertad, en fin, del sistema. Y también se habla de un acto el 17 de octubre, día de la lealtad peronista, con la convocatoria de la CGT, con el sistema virtual y quizás con presencia según lo determinen los distintos gremios.
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