ARGENTINA, UN PAIS, TODAS LAS PANDEMIAS...


 En la Argentina no se puede decir que no pasan cosas. Y ahora, cuando hoy estamos en el día 221 del confinamiento, la pandemia, o mejor dicho el coronavirus, no es el único tema preocupante, que merece un profundo análisis, porque empezó con correctas medidas de aislamiento y que ahora nos encuentra con un confinamiento sui géneris y con la incertidumbre de si va a haber o no rebrotes, como en otros país o si el centro que se vive en distintas provincias seguirá su marcha.

Esta, la pandemia sanitaria, echó para adelante -se pateó el arco- la que se podría llamar pandemia económica. Desde el gobierno, y de los infectólogos, que de asesores de los que mandan pasaron a ser meros comentaristas, se dijo que la opción era salud o economía, y que se optaba por el la primera. Eso sirvió en los primeros, pero con el correr del tiempo la economía fue golpeando puertas, porque las consecuencias que se fueron dando cada vez fueron peores. 

Hoy hay muchas actividades abiertas, protocolos mediante, de todas maneras las cifras de pobreza, desocupación, etcétera fueron in crescendo... y el tema sanitario, que se quería preservar, llevó hoy a cifras que no parecen haber sido demasiado saludables. Hoy la Argentina está en los primeros puestos en cuanto a muertos y contagios por millón de habitantes.

Y la pandemia economía tiene un referente color verde que parece una obsesión -el dólar- que no para de subir en el rubro paralelo o blue, a pesar de que hoy bajó un poco. Para colmo apareció la vicepresidente para apuntar contra la economía, su manejo, dio a entender la necesidad de efectuar cambios, etcétera, pero dejó picando la pelota, porque sostuvo que el que manda... es el presidente.

Lamentablemente, estas dos pandemias no fueron las únicos que fue atravesando el país. Se puede hablar de la pandemia fronteriza. Provincias que cerraron sus límites para evitar el ingreso y que en el caso más emblemático de Formosa, que se jacta de tener pocos casos, ofrece el lamentable espectáculo de muchos formoseños que quieren ingresar y están en el límite esperando que las autoridades se "humanicen" y permitan el retorno. Algo que por ahora resulta inviable, y que ha provocado por ejemplo que el joven Mauro Ledesma, de 23 años, que desde hacía meses esperaba para entrar y encontrarse con su pareja y su pequeña hija, decidiera lanzarse al río Bermejo, y pagó con su vida esa audacia. Murió ahogado. 

Hay otras provincias que están en circunstancias parecidas, como San Luis o Santiago del Estero.

Pero otras pandemias sacuden al país y ponen en juego esa temible grieta. Una hace a la justicia y sus consecuencias. Esta semana podría ser la que tenga el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso de los tres jueces -Bertuzzi, Bruglia, Castelli- que fueron desplazados por el Senado y que apelaron ante el máximo tribunal, por per saltum, entendiendo que no pueden ser cambiados de destino, y en ese sentido recuerdan la Acordada del mismo alto tribunal, tres de cuyos magistrados todavía integran la Corte. ¿Podrán en dos años cambiar radicalmente un fallo...?

Saben los miembros de la Corte que el fallo, en uno u otro sentido, va a provocar un shock institucional, ya sea favorable a la permanencia, con el consabido repudio del oficialismo, porque se sabe que detrás de estos tres jueces están causas que afectan a la vicepresidenta de la Nación, o no, en cuyo caso seguramente habrá reacción de una parte de la sociedad que se viene manifestando en los últimos tiempos en defensa de la independencia de los poderes.

Otra pandemia que azota al país pasa por las tomas de tierras. Ya sea en el sur, como el caso de Villa Mascardi, en el litoral con la ocupación de la propiedad del ex ministro del gobierno anterior, José Luis Etchevere, en el sur del conurbano con Guernica, y otras muchas tierras que han sido ocupadas en distintas provincias argentinas. Aquí está en juego un derecho constitucional como el de la propiedad privada, y en el ejemplo Etchevere, en Entre Ríos, hay un litigio familiar que debiera resolverse a través de los jueces, pero que ha tenido intervención de gente del gobierno y del referente de movimiento sociales Juan Grabois, joven cercano al Papa, que se ha transformado en una especie de caudillo a la manera de la época del siglo XIX, en una provincia de donde surgieron Justo José Urquiza, Pancho Ramírez ... y donde en 1994 se reformó la Constitución -Paraná en sociedad con Santa Fe- ...

Podrían mencionarse otras pandemias que azotan el país y que podrían ponerse en autos en lo que falta del comentario. La pandemia periodística, con la sugerencia del organismo NODIO -suena como un eufemismo... no odio- que habla de un organismo para observar las noticias, los comentarios, desmenuzar las fake news... que habla en sus fundamentos con la palabra "desarticular..." sonando bastante a censura, a pesar de que la encargada del NODIO, la periodista Miriam Lewin, ha descartado esta posibilidad.

Pero cuando sectores que quieren endilgar al periodismo la causa de todas sus preocupaciones, entonces merece que se tenga un poco de alerta. No olvidar el caso del juez Ramos Padilla, que quiere enrostrar en el colega Daniel Santoro la posibilidad de haber cometido un delito porque utilizó sus fuentes para informar, y cuando se trata de un periodista de una vasta trayectoria, que ha dedicado más de tres décadas a la investigación, y eso le han valido muchos premios y reconocimientos.

Desde la zona de riesgo que implica cumplir con los protocolos, quedarse en casa, etcétera, vale la pena poner el acento en estas pandemias que se advierten y que preocupan. Ahora podría sumarse la pandemia electoral porque ya se comenzó a emitir como globo de ensayo la posibilidad de suspender las PASO del año próximo, que perjudicarían mucho más a la oposición. Hay buenos argumentos -se ahorrarían 13 mil millones de pesos en un país empobrecido- pero cuando hay un manto de sospechas, hay que permitir caminar por la senda de la duda.

Otra pandemia que podría aparecer en los próximos días hace al tema religioso, de conciencia, como quiera llamárselo que sin duda divide aguas. Se trata del proyecto de ley de interrupción legal del embarazo (ley de aborto) que tiene a los favorables -verdes- y a los que rechazan -celestes- en una nueva grieta. Se dice que faltan dos meses para el fin del año y que debe tratarse ahora porque no podría postergarse para el 2021, que es un año electoral. Es cierto que el envío de este proyecto es una promesa de campaña de Alberto Fernández, no se sabe todavía cuál es el pensamiento de la vicepresidenta que en algún momento se manifestó en contra...

En fin, la Argentina es un país muy especial, y hoy más que nunca necesita que todos los argentinos apuesten al consenso porque la suma de todas las pandemias solo puede encontrar resultados positivos si se afrontan con la participación de todos. De lo contrario, el abismo estará cada vez más cerca, seguiremos caminando por la cornisa y cuando llegue el iceberg no se podrá esquivar, algo que ningún argentino de bien desea...

Comentarios