VALERIO CUENTA SUS COMIENZOS EN LA MUSICA CON LOS OVULOS


 Más de tres décadas junto al rock. Valerio Rinaldi quiso recordar sus comienzos con la música y lo publicó en su página.

El músico-también taquígrafo del Congreso- recordó que en 1984 integró la primera banda, Los Ovulos. Era la apertura en el mundo de la música: la apertura fue para los Woolle Boolle en La Segunda (La primera ex comisaría bailable), en Bolívar al 600, San Telmo. Hacían punk, por lo menos era lo que decían.

Así recuerda que el bajista, Alejandro Lescano (hoy exitoso vendedor de automóviles), tocaba una guitarra que solo tenía las dos últimas cuerdas, vaya a saber con qué afinación dice Valerio.

El baterista, Gabriel Sanez, aporeaba la CAF que había en La Segunda, con unas cucharas de sopa.

Ese drum kit había sido donado por el primo de Valerio, Vigi. Y lo consideró donado luego de que nunca se lo reclamara, el agradecimiento al primo.

Valerio relata que tenía una guitarra Hagstrom, sueca, divina, con miles de interruptores para desfasar los mics, pero tampoco garantizaba que estaba afinada.

Eran chicos de 17 años con toda la ilusión a cuestas.

Así menciona temas de la época, como No quiero que uses cosméticos, Te encontraré, La gente demente, La playa, entre otras, todas compuestas en la cadencia Tónica, sexto grado menor, cuarta y quinta.

Al poco tiempo fueron la apertura para un nuevo grupo, Sumo. Ironiza Valerio porque dice que algunos lo ponían Z, como ligándolo con el encríptico deporte.

Dice que la utilización de la Z era como si se hablara de algún jugo caribeño, pero Arnedo, el Pelado, Mollo y Petinatto se ocuparon de aclarar que sí se referían a la lucha japonesa. Qué tal!

Así empezó esta aventura. Seguramente en próximas entregas Valerio podrá hablar de Mestizo, Extra, las grabaciones en el exterior, el hoy con los Extravagantes y las tenidas en cuarentena de canciones con historia.

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