DIA DE LA INDUSTRIA: SE RECUERDA UN CONTRABANDO...

 En todo el país se recuerda hoy el Día de la Industria, una fecha muy especial para un rubro fundamental en el desarrollo de un país.

Este acontecimiento (no hay nada que celebrar dicen los responsables) ocurre en estos tiempos de pandemia, coronavirus y cuarentena (eterna) con una crisis económica terminal y con la necesidad de reactivar un renglón que padece en carne propia la circunstancia, mundial y local.

Vale señalar que el día de la industria recuerda, curiosamente, un episodio ocurrido en el siglo XVI en estas tierras, que está enmarcado en un contrabando de época y que genera distintos comentarios.

Se recuerda que el 2 de setiembre de 1587 zarpó del fondeadero del Riachuelo, que hacía las veces del puerto de Buenos Aires, la carabela San Antonio, al mando de un tal Antonio Pereira, con rumbo a Brasil.

Llevaba en sus bodegas un gran cargamento proveniente de Tucumán, fletado por el obispo de esa ciudad, Fray Francisco de Vitoria.

Eran tejidos y bolsas de harina producidas en la por entonces próspera Santiago del Estero.

Lo notable es que dentro de las inocentes bolsas de harina, según denunció el gobierno de Tucumán, Ramírez de Velazco, viajaban camuflados varios kilos de barras de plata, provenientes de Potosí, cuya exportación estaba prohibida por la Real Cédula.

Quiere decir que la primera expropiación argentina fue contrabando de comercio ilegal... Y se celebra, curiosamente, el día de la Industria.

Argentina y la grieta incluso en el recuerdo del día de la industria se fundamenta en un una actividad fuera de la ley...

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