LOS OBISPOS LLEVARON A LUJAN LAS INTENCIONES DE SU DIOCESIS

 Los obispos de Quilmes, Carlos Tissera y el auxiliar Marcelo (Maxi) Margni, junto al presbítero Lucio Carvalho Rodrigues, vicario de evangelización, peregrinaron a la basílica de la Virgen de Luján para llevar a los pies de María "a las familias que viven el duelo por la muerte de sus seres queridos... y la súplica de todas las familias por sus enfermos".

También las intenciones "de nuestros sacerdotes, consagradas y consagrados enfermos, la salud de nuestros mayores y ancianos y el pedido por los que agonizan en estos días".

Esta celebración de la Eucaristía formó parte de la 42 peregrinación a Luján, donde la comunidad diocesana pudo participar en forma virtual a través de los canales de facebook y Youtube de la diócesis.

A causa de la pandemia, no se pudo realizar el tradicional encuentro presencial en la plaza Belgrano frente al santuario de Nuestra Señora de Luján.

Monseñor Tissera en su homilía repitió palabras del Papa Francisco para hablar de las respuestas que serán necesarias contra el coronavirus. "Por un lado es indispensable encontrar la cura para un virus pequeño pero terrible, que pone de rodillas a todo ell mundo. Por otro,  tenemos que curar un gran virus, el de la injusticia social, de la desigualdad de oportunidades, de la marginación y de la falta de protección de los más débiles. En esta doble respuesta de sanación hay una elección que, según el Evangelio, no puede faltar, es la opción preferencial por los pobres. Subrayó que "la pandemia es la oportunidad para mirarnos a los ojos, y hacer que brote, desde lo hondo del corazón,la compasión".

Tissera aprovechó la ocasión para agradecer a "tantos servidores y servidoras de la esperanza. Mujeres y hombre que se han puesto al hombro la Patria: los servidores de la salud que de modo heroico están dando su vida en los centros de asistencia sanitaria, a las servidoras y servidores de los centros de asistencia alimentaria, comedores, merenderos, ollas populares, que dedican horas y horas, muchas veces a la intemperie, para que no falte el pan a los pobres. A todas las trabajadoras y trabajadores, empresarios y pequeños productores que sostienen la vida económica del país. Todos arriesgando su salud para sostener la vida cotidiana de los argentinos, y protegiendo a los más frágiles y débiles: la gente mayor, los niños, los enfermos o en situación de riesgo. A todos los jóvenes que se ofrecen como voluntarios para ayudar ne las organizaciones que brindan cuidado a los miembros más frágiles del tejido social". Y pidió por los gobernantes "para que tengan pasión por el bien común".

Tissera recordó que este fin de semana se realizó en todo el país la colecta más por menos y expresó que "la caridad tiene una función liberadora que estamos llamados a asumir, responsabilizándonos de las implicaciones sociales y políticas que esto conlleva".

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