Diputados sigue en ebullición tras el escándalo que generó la actitud del integrante Juan Ameri, quien desde Salta se mostró en una movida erótica con su pareja. Pensaba que nadie lo miraba y resultó ser que la pantalla estaba abierta para todos los que seguían la sesión desde el recinto, desde sus despachos o desde su casa.
Así las cosas se enojó el presidente del Cuerpo a tal punto de interrumpir al diputado Carlos Heller en el uso de la palabra para llamar la atención al legislador y decidir rápidamente su suspensión, que podría estallar con la expulsión si así lo decide una comisión que se formó.
De aquí en más hay mucha tela para cortar en las próximas horas y días, porque a la delicada situación institucional y económica que vive el país se suma este hecho, que para algunos será repudiable y para otros solo anecdótico.
Así se escuchó a la titular del Instituto contra la Discriminación, María Rachid, quien se mostró contrariada por la respuesta de los colegas del legislador y aseguró que era una moralina barata. Incluso interpeló a otros legisladores, preguntando si se sancionaba a Ameri, qué se podrá hacer con aquellos que "juegan al Candy Crash" en medio de una sesión.
El diputado nacional Miguel Nanni, de Salta como Ameri, pero de Juntos por Cambio -Ameri es del Frente de Todos- expresó su indignación ante el hecho y lamentó lo ocurrido con su coetáneo, destacando que en esta provincia se está viviendo una situación muy grave y que muchos están haciendo correr la voz como en el 2011 y el latiguillo preocupante de que "se vayan todos".
La reforma judicial, el impuesto a los más ricos, el recurso de la Ciudad de Buenos Aires ante la Corte por la quita del 1,18 por ciento de la coparticipación, la remoción de los tres jueces que tratará el más alto tribunal de la Nación el martes, la postergación del desalojo de las tierras usurpadas en Guernica son algunos de los temas que hacen al combo nacional en un país donde siempre pasa algo.
Seguramente hay mucha tela para cortar por parte de los columnistas políticos, con el agregado y el condimento que saben aquilatar los que mezclan el humor y la ironía en sus artículos, léase Alejandro Borensztein o Carlos Raymundo Roberts.
El caso Ameri sin duda agitará las aguas de la República -debería ser una anécdota desagradable en un país "normal"- y en un clima algo enrarecido, donde se discute el esfuerzo, el mérito, el dólar sí o no, la forma de ahorro, aquello de que siempre la culpa la tiene el otro y nadie hace autocrítica, en fin, adquiere mucha mayor dimensión de la que debiera tener.
Claro que si se ahonda más la cuestión comienzan a aparecer otros factores que le ponen más condimento a la cuestión, como los antecedentes que ponen a este legislador porteño-salteño en la picota.
Como nunca están en juego los valores de la República, la defensa de la instituciones, la división de poderes, el respeto por la Justicia,
etcétera, y de pronto un video de más de 8 minutos con el doctor Favaloro de protagonista junto a los periodistas Bernardo Neustadt y Mariano Grondona, con expresiones que dijo hace tres décadas, adquiere inusitada actualidad y sacude todas las instancias.
Porque el doctor Favaloro comienza relatando un episodio ligado con un intento de soborno -alguien que va al Instituto y le sugiere que en lugar de tener aire acondicionado utilice gasitas para secarse el sudor- que lleva al facultativo a imaginar al funcionario buscando la manera de abrochar una coima.
De ahí en más hace un balance de la historia del país, con acento en la economía, los vaivenes, críticas al peronismo que gobernó tantos años el país y que resulta, a su entender, gran responsable de los males de la vida nacional.
Y pone ejemplos como que él dejó la posibilidad de hacer la América en Estados Unidos para venir al país a dar su servicio por la salud de los argentinos. Apuntalado en la humildad, sin soberbia, sin ostentación -habla de un modesto traje que compró en Estados Unidos por unos pocos dólares, o de los zapatos ...- y con el objetivo de dar testimonio.
Y habla de la igualdad, de que todos pongan el hombro y ganen su pan honestamente. Que la República sirva para que todos, de todos los niveles, aporten su granito de arena sin privilegios ni excepciones.
Todas estas cosas sirven para reflexionar desde la zona de riesgo, desde el balcón de la cuarentena eterna, del confinamiento responsable, pero pensando en un país que merezca ser vivido. Donde el ciudadano común tenga el derecho de exigir a quien lo gobierne que tenga la condición republicana de servir a los habitantes y no servirse de ellos.
En fin, queda flotando la pregunta: ¿Qué diría Favaloro en estos tiempos del cuarto gobierno kirchnerista...?
Comentarios