El pasado 24 de setiembre sesionó en forma remota la Cámara de Diputados de la Nación y quedó flotando en el ambiente el escándalo producido por el legislador de Salta, Juan Ameri -registrado en la pantalla en una situación erótica con su pareja-, lo que terminó primero con la suspensión del diputado y finalmente en la madrugada con la aceptación de la renuncia.
La verguenza colmó el recinto, el propio presidente del Cuerpo tuvo una reacción rápida y efectiva. Sergio Massa dio cuenta de la situación y decidió que se forme una comisión para disponer la situación del legislador, que en principio fue suspendido.
Cerca de la madrugada -dicen que desde el propio partido, Frente de Todos lo conminaron a presentar la renuncia- se conoció el texto de la dimisión de Ameri y el presidente del Cuerpo dio cuenta de la situación, anunciando que se ponía a consideración la renuncia. Fue aceptada y el legislador dejó de pertenecer al Cuerpo por una conducta impropia de un representante del pueblo.
Hubo varios discursos, repudiando la situación, otros tratando de ponerse al tanto de lo que pasaba, y palabras como verguenza, bochorno, escándalo... circularon por el recinto.
Vale destacar lo que dijo la diputada Graciela Camaño, quien de poco se fue anoticiando de lo que había pasado.
"Pensar que en estas bancas se sentaron personas como Oyhanarte, Hipólito Yrigoyen, José Mármol, Vélez Sársfield, Nicolás Repetto, Luis Sáenz Peña, Bernardo de Irigoyen, José Hernández y Francisco Perito Moreno.
Para agregar más adelante, poniendo el acento en la defensa de las instituciones y de la honorabilidad del Cuerpo, que "tenemos que desarrollar una tarea que nos permita trabajar en las redes de manera digna".
El propio presidente de la Cámara, Sergio Massa, quizás el más indignado de todos, refirió al interrumpir el tema que se estaba tratando, cuando estalló el escándalo, que con esto de la virtualidad se habían advertida situaciones complicadas, como alguien que se ha dormido, otro al que se lo vio con indumentaria inadecuada, etcétera, pero el caso Ameri excedía todas esas circunstancias, lo que ameritaba tomar medidas drásticas.
El dispuso la suspensión y la formación de la comisión, lo que fue aprobado y más adelante ante la renuncia en la madrugada, se votó la aceptación, más allá de que la comisión tome en cuenta el caso y adopte alguna otra decisión.
LO QUE VIENE
A las 4.30 finalizó la sesión del escándalo, y el presidente Massa recordó a los diputados que para la próxima sesión virtual estos serán los temas a considerar: proyecto de ley de prohibición de ayuda económica a empresas domiciliadas en paraísos fiscales o aquellas con probada evasión fiscal, el proyecto de ley de cítricos, el que regula el ejercicio profesional de la fonoaudiología y la ratificación del convenio con la Organización Internacional del Trabajo.
Para quienes estén interesados en estas sesión histórica, no tanto por lo que consideró y aprobó, que merece ser destacado, sino por el caso Ameri, el escándalo que llegó a distintas partes del mundo, y la rápida reacción del presidente de la Cámara y del Cuerpo, conviene decir que se puede recorrer la excelente versión taquígrafica del equipo que conduce el doctor Guillermo Amadeo Castellano en la página web de la Cámara de Diputados.
Ojalá esta versión taquigráfica, que aparece en la web muy poco tiempo después de producida la sesión, cuente con muchos interesados, así como todas las versiones de las sesiones tanto de Diputados como del Senado Nacional. Será una manera de honrar a esos profesionales, los taquígrafos, que son ojos y oídos de todo lo que pasa en el recinto (también en las distintas comisiones).
HOMENAJE A RUCCI
En esta misma sesión del 24 de setiembre conviene atender los distintos homenajes que se realizaron, uno de ellos a José Ignacio Rucci, quien fue asesinado el 25 de setiembre de 1973 en un atentado que dejó, según los investigadores, 23 agujeros de bala en el cuerpo del malogrado secretario de la Confederación General del Trabajo.
Rucci era de Alcorta, Santa Fe, y demasiado leal al entonces presidente Juan Domingo Perón. Lo mataron a los dos días de haber sido electo el general presidente de la Nación por tercera vez en la historia, y el propio Perón dijo, según comentó la diputada Camaño, que le habían cortado las piernas. Ese asesinato se llamó operación traviata, por la publicidad de las famosas galletitas (hay un libro del periodista Ceferino Reato al respecto y acusa a los montoneros).
Vale conocer estos homenajes a Rucci porque en Diputados de la provincia de Buenos Aires fracasó un intento en el mismo sentido, ante la oposición del oficialismo, fundamentalmente de la Cámpora.
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