AQUELLOS 30 DE SETIEMBRE ANTES DEL 94 EN EL CONGRESO NACIONAL


 Hoy, 30 de setiembre, permite remontar a la historia legislativa de la Argentina, en los años previos a 1994, cuando se aprobó la reforma constitucional.

Hasta ese año el Congreso Nacional sesionaba entre el 1 de mayo y el 30 de setiembre en forma regular, porque la reforma constitucional, que se aprobó en Santa Fe en 1994 determinó que las sesiones del Poder Legislativo se iban a extender entre el 1 de marzo y el 30 de noviembre.

Ese día, 1 de marzo, es la fecha en que el presidente de la Nación abre las sesiones ordinarias y el 30 de noviembre es el día de cierre. Puede haber sesiones extraordinarias por decisión del Poder Ejecutivo, que puede convocar al Congreso prorrogando las sesiones -en ese caso se pueden tratar distintos temas- o bien convocando a extraordinarias para tratar solo determinadas cuestiones.

Pero vale recordar esos 30 de setiembre de los años previos a 1994. Ese día el Congreso vivía intensamente el cierre de sesiones ordinarias, porque se sabía que todo lo que se podía aprobar debía entrar en el horario que culminaba a la hora 24.

Los últimos minutos de ese día, Diputados y Senado se esmeraban en sumar asuntos para que no quedaran colgados hasta el año siguiente.

Desde el Cuerpo de Taquígrafos, en ambas Cámaras, se trabajaba a full y se debía redoblar el esfuerzo porque se apilaban las órdenes del día de los diferentes temas.

Desde el 94 la fecha cambió, y la intensidad del 30 de setiembre se trasladó al 30 de noviembre.

Lógicamente en cuarentena y con sesiones virtuales las cosas cambiaron drásticamente, y habrá que ver si se llega al 30 de noviembre en las mismas condiciones o si se vuelve a las sesiones presenciales, que tendrán gran remate a fines de noviembre con un día 30 para alquilar balcones. 

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