En una nota de hoy del diario La Nación el técnico de Atlético Tucumán, Ricardo Zielinsky, recuerda que cuando fue transferido a Argentino de Quilmes desde San Telmo, el club de la Isla Maciel recibió un colectivo 148 por un año, porque el titular de la entidad quilmeña era dueño de esa línea, El Halcón.
Y la historia recuerda otros hechos en los que los pases se podían hacer con especies como parte de pago.
Así recordamos el caso de uno de los grandes futbolistas que pasó por el Cervecero, Víctor Luis Martínez. Lucho Martínez comenzó su carrera en las inferiores de San Telmo.
Una historia contada por Hugo Díaz en las redes habla de un crack que se destacaba en todas las divisiones de Telmo. Incluso, dato de color, en la sexta fue campeón con este equipo: Gancedo o Silvera; Rubén Jerez, Carlos Fano, Fernández y Marcelo Tinelli; Felipe Traine, Cejas y Lucho Martínez; Báez, Carrizo, Violou ...
A los 17 años debutó en la primera división de San Telmo.
En 1979 San Telmo hizo una gran campaña, y Martínez armó una gran sociedad con Magliano y Julio César Romero.
En 1980, cuando tenía apenas 20 años, con 18 tantos fue el goleador.
Ahí le puso el ojo San Lorenzo de Almagro: fue transferido por 25 mil dólares y tablones del viejo gasómetro para la cancha telmista.
En el santo de Boedo estuvo dirigido por Juan Carlos Lorenzo. La historia dice que en esos tiempos, además de entrenar en la isla, trabajaba en el Supermercado Chuic como repositor.
Llegó a Quilmes y fue figura, quedando en el corazón del hincha Cervecero.
Jugó también en el Bolívar de Bolivia, Defensa y Justicia, El Porvenir, Argentino de Quilmes, Olimpo, Los Andes, Almagro, Sarmiento Berazategui (fuecampeón invicto).
En su campaña logró cuatro ascensos.
Se retiró en 1995 y junto a su amigo el chino Báez, se hicieron cargo de la dirección técnica de San Telmo.
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