HERNAN RAPELA DICE QUE LA GOOGLEMANIA VINO A HACER REEMPLAZOS

La define como Googlemanía y vale la pena considerarla como situación actual. El periodista Hernán Rapela pubica este artículo en las redes y habla de la realidad actual, que se evidencia con mayor énfasis en estos tiempos de pandemia, coronavirus y cuarentena.
Incluso acompaña el artículo con un dibujo en el que un padre, mientras pesca, le dice a su hijo que cuando era chico y no sabía algo, le preguntaba a su papá. El pibe, muy suelto le responde: ¿Qué?¿No había Google?".
Dice Rapela: "Creo que somos dos o tres generaciones que estamos modelados, influenciados y hasta discernimos basados en una tabla de valores que llamamos educación y era un dogma en cada casa, con variables y matices infinitos, por algo hay un tango que señala "chicas mal de casas bien " (y "chics bien de casas mal") idea aplicable, por supuesto, a nosotros los varones, obvio.
La relación diaria, el sistema de vida "antiguo" determinaba, aunque parezca un poco extremo, más o menos esto: Mamá, en casa, cocinando, haciendo compras, ordenando y -a veces- administrando, como no.
Lo inherente al hogar quedaba absolutamente bajo su responsabilidad. Los papás, en amplia mayoría, ni bien amanecía desaparecían, marchaban a sus trabajos.
Fábricas, oficinas, laboratorio, comercios o lo que fuere. El regreso, por lo general se producía cuando iba apagándose la luz natural.
!El Papá! así con admirativo y mayúscula, era un rector, consejero, celador y ejemplo de "lo que debía hacerse".
Personalmente, lo evalúo como una especie de generoso compendio que, para casi todo encontraba una respuesta.
Cuando las dudas o el desconocimiento lo apretaban, al diccionario o su aliada enciclopedia, que no asistían con la suficiente claridad como para despejar incógnitas.
Pero también sabía arreglar una lámpara, unir cables, pintar una puerta o reparar algún artefacto.
Tenía algo superior, sin embargo, ponernos sobre sus faldas y hacernos "cabalgar" amorosamente mientras decía... "al paso, al trote !al galope!,!al galope!, el inmemorial juego/fantasía que nos acompaña desde tiempos remotos.
Papá era el juez. Recibía de mamá al queja y en consecuencia, aplicaba su código. Por lo general, estaba más cerca de la indulgencia que del rigor. Papá era el que hablaba de política. El viejo fue, disimulando su conocimiento, el que me autorizó a fumar en casa. Papá era, por fin, nuestro ídolo.
Así lo dice Luis Aguilé en una enternecedora canción: "El héroe es mi Papá, que sale a trabajar y hace muchas cuentas para poder pagar. El hada es mi mamá, que todo hace brillar y nunca tiene tiempo para poder soñar, y cuando por las noches yo me voy a dormir, escucho que hablan algo que llaman porvenir...".
Las computadoras, la virtualidad y la suplencia de tablets por enciclopedias en buena proporción nos han arrebatado aquella vieja y cariñosa práctica de conversar, responder y hasta sorprender con referencias a quienes, por edad, solo tienen futuro.
Lo curioso y novedoso es que los pibes en más de una ocasión nos dejan boquiabiertos despu´s de consultar la pantallita.
!Señores la "googlemanía" vino a reemplazarnos!".

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