ESTA NOCHE, CRIMENES DE FAMILIA POR NETFLIX

Crímenes de familia, un filme excelente dirigido por Sebastián Schindel (el mismo de El patrón), se puede ver por Netflix.

Una película filmada el año pasado en cuatro semanas de rodaje, que iba a ser estrenada en mayo de este año, lo que no pudo ser por el tema de la pandemia y la cuarentena.

Se estrenó el pasado jueves en el espacio INCAA de cine.ar, lo mismo en Netflix, y aquí precisamente es donde puede seguir viéndose.

Cuenta con las actuaciones de Cecilia Roth, Miguel Angel Solá, Benjamín Amadeo, Yanina Avila (toda una revelación esta joven misionera en el papel de la mucama Gladys Pereira), Paola Barrientos, Gabriel Subiotto, Claudio Martínez Bel, Sofía Gala Castiglione, entre otros.

Se trata de un hecho real y cuenta la historia de la familia Arrieta, de clase media alta, residentes en Recoleta, donde vive la doméstica con su pequeño hijo Santiago.

Los problemas judiciales del hijo de los Arrieta, Daniel (Benjamín Amadeo) atraviesan el relato con todos sus bemoles, junto a la historia paralela de la propia doméstica, a la que hay que sumar el protagónico de la ex mujer de Daniel (Sofía Gala Castiglione) con su pequeño hijo Martín.

Contada con mucha rigurosidad, enhebrando las distintas piezas de un rompecabezas especial, Crímenes de familia se cuenta como el mejor cine argentino, que lamentablemente no se puede ver en los cines, aunque los recursos del cable y de la plataforma Netflix permiten tenerla al alcance de muchos.

Desde ya vale la pena invitar a quien cuente con Netflix que se acerque para disfrutar de un excelente filme dramático.

Una actuación soberbia de Cecilia Roth -el director se complació de poder haberla tenido porque en su momento hubo dificultades por razones de compromisos- más el aporte de un actor de trayectoria, Miguel Solá, quien reside en España (precisamente en estos días en un reportaje se quejó porque no tiene trabajo y criticó a los productores que buscan en estos tiempos a actores jóvenes).

Junto a ellos la novedosa presencia de Yanina Avila, una joven misionera que interpreta precisamente a Gladys, una chica de bajos recursos y vida accidentada que llega a Buenos Aires desde Misiones y que va a parar a la casa de los Arrieta, por recomendación, y le pasan cosas para las que no estaba preparada, pero que afronta con estoicismo y termina revelándose con un mensaje profundo.

Benjamín Amadeo compone al hijo de la familia y sus dramas judiciales, Sofía Gala -la hija de Moria Casán-vuelve a mostrar su talento dramático en un difícil papel.

Hay que destacar asimismo el corto pero convincente rol de Paola Barrientos, como la profesional que atiende a Gladys.

La película se permite abarcar distintos temas como la violencia de género, el rol de la mujer, la justicia injusta que mide con distinta vara según de dónde venga, con acento en el rubro económico, la corrupción (una escena vital la protagonizan Cecilia Roth y un abogado venal, papel que interpreta Claudio Martínez Bel, que le habla de que el trabajito cuesta 400 mil... Y cuando Alicia (Roth) pregunta si son pesos, la respuesta la enmudece: no, dólares...), en fin, una serie de cuestiones que terminan por relacionarse con una cita del final de la película, que registras expresiones de Bertolt Brecht, en La infanticida de Marie Ferrer, que dice así: "Con sus últimas fuerzas dice que, luego que su cuerpo estaba helado, se arrastró hacia el retrete y allí -no recuerda exactamente el momento- sin más vueltas parió hacia el amanecer.

Dice que entonces se sintió muy confusa y luego, así medio congelada porque en el baño de servicio entraba la nieve, apenas tuvo fuerzas para alzar al niño.

En cuanto a ustedes les ruego se abstengan de juzgar. Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás".

En síntesis, muy buen cine argentino para terminar aplaudiendo de pie.

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