Desde la página web lakultural.com se hace hincapié en el deterioro actual del Museo del Transporte y se quiere compartir "un sueño colectivo".
El personal del Proyecto Arqueológico Quilmes (PAQ) no pertenecía a la planta funcional del Museo del Transporte. Tuvo su lugar de trabajo allí y ante el deterioro del Museo decidieron realizar, junto a personal del mismo, el presente proyecto para ser presentado al municipio y a la Fundación Antorchas, entre los años 2001 y 2002. Sueños que tenían.
Pero también, dicen, es bueno compartir los sueños...
Por aquellos años eran pesonal del Museo los siguientes compañeros: Benito Paulino, Mónica Alvarez, Juan Manuel Bezzana, Jorge Verón, Marcelo Bone, Elsa Liguria, Hugo Obregón, Ana María Monte, Marisa Albornoz, Juan Carlos Santillán, Daniel Gimenez, Mirta Llamas, Augusto Larrea, Beatriz Robledo, Rubén Sabich y el infaltable cuidador Angel Cativiela.
En la elaboración del proyecto participaron Xavier Pwerussich, Paula Frankovich y Manuel Briata.
La idea central que fundamentaba el proyecto era preservar y salvaguardar el patrimonio histórico, la puesta en valor de la idea original de don Carlos Hillner y Decoud, jerarquizando el hecho de haber sido la caballeriza de una estancia y haciendo hincapié, en el aprovechamiento total del predio por parte de los niños.
El contexto debía llevar al visitante a un determinado tiempo y espacio, ya que el carruaje conlleva la imagen de una forma especial de transprte, característico de una época pasada y debe retrotraer a la vida cotidiana de aquel pasado.
Tanto la significativa arquirectura como el material de exposiciónno eran objeto de una preservación efectiva y sistemática, aun mas, fueron abandonados a un futuro incierto.
En ese momento se planteaba un sombrío interrogante sobre el destino de los bienes que merecían ser puestos en valor como patrimonio histórico.
"Estábamos ante un predio de gran envergadura, que cuenta con espacios verdes e instalaciones importantes, cercano a dos carreteras de tránsito muy fluido entre Buenos Aires y La Plata" dice Xavier, agregando que "a eso se podría añadir la existencia de una añosa arboleda, una pequeña lugana y caminos de acceso interiores, necesarios para absorber el ingreso de público.
El desafío, continúa Xavier, era recrear un museo modelo en el país, que demuestre la plena vigencia de estas instituciones de la memoria colectiva,y la capacidad de integración que las mismas tienen dentro del contexto social y cultural argentino.
ALGO DE HISTORIA
Perussich hace historia. El predio del Museo se remonta a una estancia que comprendía estos terrenos allá por 1580 cuando Juan de Garay, autor de la segunda fundación de Buenos Aires, se los otgorga en 1583 a Andrés Ximenes de Fuentes.
El predio pasa por sucesivos dueños y ventas de fracciones hasta que en 1880 pasa a ser propiedad de Carlos Dorado.
El 21 de noviembre de 1927 Carlos Hillner y Decoud adquiere a la Sociedad Dorado, representada por el ingeniero Besio Moreno, las tres cuartas partes que aun no habían sido vendidas y en 1931 compra a Nicolás Mariano Herrera y Lía Harilaos de Elía los lotes que completaban el total, volviendo a reunificarse la vieja propiedad tal como era en 1826.
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