Por fin, tardó casi como un parto pero hoy se anunció con bombos y platillos el acuerdo con los bonistas más duro por el adeuda. Se aceptó la propuesta del gobierno nacional de 54,3 dólares por cada 100 adeudado, y eso se festeja en el gobierno porque esta negociación llevaba varios meses y ponía al país al borde del default.
Se supone que de aquí en más podrá comenzar una nueva etapa en el país, con la estabilización del dólar, la consolidación de las acciones, etcétera.
De aquí en más podrá de una vez por toda aparecer el plan económico, del que el presidente Alberto Fernández pareció descreer en un momento y en otro aseguró que lo tenía pero no podía adelantar, y ahora que se llegó al acuerdo, entonces es de esperar que cumpliendo el precepto de Ortega y Gasset ("Argentinos a las cosas") se conozcan las sesenta medidas que tiene en carpeta el equipo económico y que alguna vez mencionó Fernández.
Más allá de los caballos de Troya (léase el eufemismo de reforma judicial) o de la pandemia eterna, ahora con prohibición de las reuniones sociales, es el punto de partido para que Argentina empiece a caminar y recupere algo de la actividad económica, que ha puesto a la Nación en capilla.
Se supone que de aquí en más podrá comenzar una nueva etapa en el país, con la estabilización del dólar, la consolidación de las acciones, etcétera.
De aquí en más podrá de una vez por toda aparecer el plan económico, del que el presidente Alberto Fernández pareció descreer en un momento y en otro aseguró que lo tenía pero no podía adelantar, y ahora que se llegó al acuerdo, entonces es de esperar que cumpliendo el precepto de Ortega y Gasset ("Argentinos a las cosas") se conozcan las sesenta medidas que tiene en carpeta el equipo económico y que alguna vez mencionó Fernández.
Más allá de los caballos de Troya (léase el eufemismo de reforma judicial) o de la pandemia eterna, ahora con prohibición de las reuniones sociales, es el punto de partido para que Argentina empiece a caminar y recupere algo de la actividad económica, que ha puesto a la Nación en capilla.
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