El ex concejal Mario Sahagún se manifestó en las redes en cuanto a las versiones de privatización de la empresa eléctrica Edesur, y toma como dato lo que ocurrió tiempo atrás con Vicentín.
"Hablar de expropiación en un gobierno que se inclina al populismo es correrse por izquierda dentro de la propia alianza gobernante.
Será una postura política interesante para la militancia k, tiene mística pero no puede tomarse en serio, porque ahuyenta las inversiones que el presidente necesita, para que el país vuelva a crecer pos pandemia".
Habría que agregar a lo dicho por Sahagún, preguntando quién se va a animar a invertir con un gobierno que expropia, o con un presidente que se para ante los acreedores que dice que no se puede dar más de lo ofertado, aunque cuando empezó la negociación se estaba en 40 y ahora se llegó a 53...
También dice Sahagún: "Las empresas no son ni buenas ni malas. Si pueden ganar 10 ganan 10 y si pueden ganar 100 ganan 100. Lo que fallan son los controles y la histórica corrupción política, que les chupa un huevo el servicio que prestan mientras ellos hagan suculentos negocios.
Y va más allá, preguntando a alguien que lo critica: ¿Ustedes creen que si las empresas las maneja el Estado no va a haber desidia y corrupción. La habrá como siempre, no le echemos la culpa a las empresas, que se hicieron para ganar guita. Responsabilicemos a nuestros gobernantes que se dejan corromper por las empresas".
Sabias palabras en un país donde el Estado ha demostrado enorme ineficiencia cada vez que se hizo cargo de una empresa de este orden.
"Hablar de expropiación en un gobierno que se inclina al populismo es correrse por izquierda dentro de la propia alianza gobernante.
Será una postura política interesante para la militancia k, tiene mística pero no puede tomarse en serio, porque ahuyenta las inversiones que el presidente necesita, para que el país vuelva a crecer pos pandemia".
Habría que agregar a lo dicho por Sahagún, preguntando quién se va a animar a invertir con un gobierno que expropia, o con un presidente que se para ante los acreedores que dice que no se puede dar más de lo ofertado, aunque cuando empezó la negociación se estaba en 40 y ahora se llegó a 53...
También dice Sahagún: "Las empresas no son ni buenas ni malas. Si pueden ganar 10 ganan 10 y si pueden ganar 100 ganan 100. Lo que fallan son los controles y la histórica corrupción política, que les chupa un huevo el servicio que prestan mientras ellos hagan suculentos negocios.
Y va más allá, preguntando a alguien que lo critica: ¿Ustedes creen que si las empresas las maneja el Estado no va a haber desidia y corrupción. La habrá como siempre, no le echemos la culpa a las empresas, que se hicieron para ganar guita. Responsabilicemos a nuestros gobernantes que se dejan corromper por las empresas".
Sabias palabras en un país donde el Estado ha demostrado enorme ineficiencia cada vez que se hizo cargo de una empresa de este orden.
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