REFORMA JUDICIAL: ANUNCIO DEL PRESIDENTE, CRITICAS DE LA OPOSICION

Con un sesgo muy especial, que pone en duda la concreción de la iniciativa y los alcances, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció el proyecto de reforma judicial, que ha sido enviado al Congreso Nacional para ser tratado en los próximos días.
La oposición se mostró muy disconforme con el proyecto, a tal punto que no asistió al encuentro en la Casa Rosada.
Los opositores consideran que el propósito del gobierno es ampliar la Corte Suprema de la Nación y reforma la justicia federal con un objetivo que hace a favorecer las causas que afectan a la vicepresidenta de la Nación.
Lo que hace ruido pasa por el momento de la decisión, ya que en medio de una pandemia mundial y una cuarentena que lleva 130 días parece darse de bruces poner a analizar un tema tan profundo e importante como es la reforma de la justicia.
Por otra parte se han viralizado videos del presidente, que en su momento dijo con firmeza que la cantidad de cinco miembros de la Corte era una decisión acorde con el espíritu de la República y que no había motivos para justificar un cambio.
Incluso se recordó que en el. 2006 el Senado sancionó la integración de la Corte con cinco miembros y fue una de las principales defensores del número la que en ese entonces era Senadora.
Otra cuestión que puso en crítica la oposición fue la conformación de la comisión de "notables" para asesorar al presidente en materia de reforma judicial. Se objeta desde el vamos que la integren varios juristas ligados con el oficialismo, con el ejemplo más notorio del doctor Carlos Beraldi, abogado defensor de Cristina Kirchner.
Se inicia una período preocupante en la República porque cuando la pandemia sanitaria produce estragos, en el país y en el mundo, cuando la inseguridad azola el Gran Buenos Aires y muchas otras cuestiones tienen primordial existencia -no olvidar el panorama económico que hace agua por todas partes- entonces parece que la reforma judicial es inoportuno en estos tiempos del país.
Habrá que esperar que comience a gobernar el sentido común y que aparezca en el presidente el sueño de ser estadista para que se puede pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones, que hoy suenan a muy lejanas. El país pide que se establezcan prioridades para que haya soluciones y no se sigan multiplicando los problemas.
El gobierno tendrá que escuchar a todas las partes, y también tener en cuenta a aquellos ciudadanos que en estos momentos salieron a protestar con cacerolazos y bocinazos en distintos lugares de Capital y el Gran Buenos Aires.

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