HUGO LAMADRID PRESENTO EL LIBRO EL RENACIDO

Se llama Hugo Lamadrid, fue futbolista de Rácing y otros equipos y acaba de presentar su libro El ReNacido, editado por Al Arco, con prólogo de Hernán Casciari y Eber Ludueña.
En la actualidad tiene 54 años y cuenta su historia de futbolista, sus alegrías y frustraciones. En nota del diario deportivo Olé reconoce que cuando se llega al final de la carrera y se hace un recuento, en la carrera del jugador hay más tristezas que alegrías. "Eso le pasa a cualquier futbolista normal, mediocre. No hablo de los que están más arriba, la gran mayoría hace la carrera sin salir campeón".
El periodista Agustín Challiol, autor de la entrevista, le pregunta, teniendo en cuenta lo que dice la tapa del libro -Gloria, caída y resurrección de un trabajador de fútbol- si pensaba que esas palabras resumían su carrera.
Respondió afirmativamente, porque "llegar a primera división en un gran club como Rácing es un gran éxito. Las caídas son todas las cosas que fueron pasando, como lesiones, desagradecimientos, pactos que no se cumplen, el retiro, sobre todo el retiro sin un mango. Y el resurgimiento, a más de veinte años que dejé el fútbol, tiene que ver con que hoy puedo decir que es una cuestión superada. Muchas veces cuesta esto de no superar al fútbol y no seguir viviendo de eso. Pero una vez que lo terminás de laburar, que te das cuenta de que uno es el resultado de las malas decisiones tomadas, y te hacés cargo, uno se empieza a reír. Pero cuesta verlo, a mí me llevó diez años".
Más adelante refiere que cuando dejó el fútbol tuvo que ponerse a trabajar, abrió una panadería y por eso, sostiene, no pudo deprimirse.
Aquello fue en los tiempos de la crisis del 2001.
Y hace esta reflexión: "Cuando se deja el fútbol uno se da cuenta de que el tiempo sobra y se empiezan a extrañar cosas. Uno se vuelve hasta resentido con el fútbol que tanto lo cobijó. Si no se tiene algo preparado, pensado para después del fútbol, o si no tiene una familia que lo apoye, es un muy momento muy duro y difícil".
Otra pregunta estuvo relacionada con el suicidio del futbolista Toresani y cómo le había impactado.
Recuerda que cuando ocurrió eso en Santa Fe hubo gran repercusión pero a la semana no se habló más. "Entonces, hay una gran deuda con los futbolistas, para acompañarlos al menos cuando se arranca a tomar esa decisión. Una vez que la carrera arranca el retiro está cada vez más cerca. Y si no se está preparado, al margen de lo económico o lo que fuera, tenés eso en la mente. Sabés que se aproxima, que hay un tiempo que vas a tener que ocupar y la verdad, la pasás muy mal. Los jugadores pasan por los clubes, por ende, los equipos son un lugar de paso".
Ahí cuenta una anécdota en la panadería y dice que estaba tan mal que casi mata a un tipo que había entrado a robar al negocio. Lo salvó la señora, porque lo había dominado con una cuchilla y estaba a punto de concretarlo.
Por último destaca el hecho de volcar todas sus vivencias en el libro. "Lo que armé fue algo que te pega una piña de entrada, no podía permitir que vos, que compraste o llegaste al libro, te vayas al primer capítulo. No podía especular, a mí no me iban a esperar hasta el capítulo dos. Se logró y eso fue lo que enganchó".
Sin duda el tema del retiro del futbolista de elite tiene sus bemoles, hay que estar preparado para lo que viene, sobre todo cuando se ha estado en el candelero. Muchos no están preparados y lo sufren, como cuenta Hugo Lamadrid.
Aquí se puede recordar el caso del Chapa, Rubén José Suñé, el histórico capitán de Boca Juniors, en los mejores momentos del Xeneize. Una vez que dejó padeció el shock, aunque al principio se dedicó a la dirección técnica, en dupla con su cuñado, Omar Larrosa.
En Quilmes recordamos, en 1984, a esa dupla como técnicos, donde los malos resultados determinaron que tuvieran que irse después de unos pocos partidos. Días después Suñé intentó suicidarse arrojándose desde un quinto piso, tuvo la fortuna de caer sobre un toldo y salvó su vida. Se recompuso después de tantas heridas -estuvo cuatro meses internado en un nosocomio y más tarde tuvo tratamiento psiquiátrico- pero fue un ejemplo clásico del tema que pone en carpeta Lamadrid.... el día después del futbolista y la necesidad de tener compañía y estar preparado para el retiro como futbolista.

LA TRAYECTORIA

Hugo Lamadrid comenzó su carrera en Rácing en 1985, donde estuvo hasta 1990. Luego jugó en Universidad de Chile (1991), Aldosivi (1992), Mandiyú (1993/94), Quilmes (1994), Douglas Haig (1994/96), San Martín de San Juan (1996/97), Douglas Haig (1998/99).
Con Racing obtuvo la Supercopa en 1988.

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