Lo recuerda el destacado reportero gráfico Sergio Pablos y vale la pena publicarlo. Hoy se cumplen 25 años de la partida -aquello de que "se fue de gira"- el maestro Osvaldo Pugliese.
Nació en 1905 en Villa Crespo, era hijo de músicos y a muy corta edad le compraron un violín y lo enviaron al Conservatorio Odeón.
Allí Osvaldo tuvo su primer contacto con su gran amor, el piano.
A los 15 años armó su primera banda, un trío junto a Domingo Faillac, en bandoneón y Alfredo Ferrito, en violín.
Esas primeras armas fueron ejecutadas en el el bar Café de la Chancha.
A los 17, la bandoneonista Francisca Cruz Bernardo, La Paquita, lo incorporó a la orquesta típica con la que llegó al centro porteño.
Desde 1924 fue ascendiendo en la consideración de los dueños de las orquestas. Pasó por las de Enrique Pollet, Roberto Firpo y Pedro Maffia, con la que se ganó el mote de Maestro.
Falló en el intento de formar su propia orquesta junto al violinista Elvino Vardaro en 1929 y volvió a tocar para otros músicos como Alfredo Gobbi, Daniel Héctor Alvarez y Miguel Caló.
En 1935 formó su propia orquesta, convocando a Alfredo Calabró, Juan Abelardo Fernández y Marcos Madrigal, en banoneones, Rolando Curzel y Juan Pedro Potenza en violines y Aniceto Rossi en contrabajo. El debut fue en el Germinal de la calle Corrientes.
En 1936 comenzó a jugarse políticamente, así impulsó el Sindicato Argentino de Müsicos y se afilió al Partido Comunista.
Por tal motivo se enfrentó con los gobiernos de Juan Perón y de la revolución libertadora. Resistió persecuciones y censuras durante quince años.
Desarrolló una carrera brillante como compositor, y entre sus obras vale destacar Recuerdo, La Beba, Negracha, Malandraca y su himno, La Yumba.
Compuso más de 150 canciones e interpretó más de 600 temas.
Abel Córdoba fue el cantor que más estuvo en la orquesta, durante tres décadas.
Pugliese recibió muchísimos premios, y entre todos prefería la medalla de Alejo Carpentier, máxima distinción cultural de Cubca, el Commandeur de L´Ordre des Arts et Lettres, del gobierno francés y los premios tres premios Konex.
Pudo festejar sus 80 años con un recital en el Teatro Colón.
Tenía 89 años cuando murió, un día como hoy hace 25 años.
Su féretro fue llevado desde la Legislatura porteña hasta el cementerio de la Chacarita, por la avenida Corrientes "de contramano" como a él le hubiera gustado.
En el ambiente futbolístico y artístico suele decirse que pronunciar su nombre es sinónimo de buena suerte.
Nació en 1905 en Villa Crespo, era hijo de músicos y a muy corta edad le compraron un violín y lo enviaron al Conservatorio Odeón.
Allí Osvaldo tuvo su primer contacto con su gran amor, el piano.
A los 15 años armó su primera banda, un trío junto a Domingo Faillac, en bandoneón y Alfredo Ferrito, en violín.
Esas primeras armas fueron ejecutadas en el el bar Café de la Chancha.
A los 17, la bandoneonista Francisca Cruz Bernardo, La Paquita, lo incorporó a la orquesta típica con la que llegó al centro porteño.
Desde 1924 fue ascendiendo en la consideración de los dueños de las orquestas. Pasó por las de Enrique Pollet, Roberto Firpo y Pedro Maffia, con la que se ganó el mote de Maestro.
Falló en el intento de formar su propia orquesta junto al violinista Elvino Vardaro en 1929 y volvió a tocar para otros músicos como Alfredo Gobbi, Daniel Héctor Alvarez y Miguel Caló.
En 1935 formó su propia orquesta, convocando a Alfredo Calabró, Juan Abelardo Fernández y Marcos Madrigal, en banoneones, Rolando Curzel y Juan Pedro Potenza en violines y Aniceto Rossi en contrabajo. El debut fue en el Germinal de la calle Corrientes.
En 1936 comenzó a jugarse políticamente, así impulsó el Sindicato Argentino de Müsicos y se afilió al Partido Comunista.
Por tal motivo se enfrentó con los gobiernos de Juan Perón y de la revolución libertadora. Resistió persecuciones y censuras durante quince años.
Desarrolló una carrera brillante como compositor, y entre sus obras vale destacar Recuerdo, La Beba, Negracha, Malandraca y su himno, La Yumba.
Compuso más de 150 canciones e interpretó más de 600 temas.
Abel Córdoba fue el cantor que más estuvo en la orquesta, durante tres décadas.
Pugliese recibió muchísimos premios, y entre todos prefería la medalla de Alejo Carpentier, máxima distinción cultural de Cubca, el Commandeur de L´Ordre des Arts et Lettres, del gobierno francés y los premios tres premios Konex.
Pudo festejar sus 80 años con un recital en el Teatro Colón.
Tenía 89 años cuando murió, un día como hoy hace 25 años.
Su féretro fue llevado desde la Legislatura porteña hasta el cementerio de la Chacarita, por la avenida Corrientes "de contramano" como a él le hubiera gustado.
En el ambiente futbolístico y artístico suele decirse que pronunciar su nombre es sinónimo de buena suerte.
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