En minutos se producirá la reunión del presidente de la Nación, Alberto Fernández, con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Resulta fundamental para saber cómo sigue la cuarentena por el coronavirus, que hoy entró en su día 132, todo un récord en el mundo.
Aunque se decía que iba a haber mayor flexibilización, ahora se ha hecho trascender que no habrá cambios en lo que viene, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el conurbano.
Esto quiere decir que los habitantes de las zonas más pobladas del país tendrán que seguir transitando por la gran avenida de la paciencia para hacer frente a la realidad, porque se dice que el pico está llegando pero todavía falta.
Recordemos que esta etapa de la cuarentena finaliza el 2 de agosto y se estima que mañana se anunciarán los pasos nuevos, en base a lo que se acuerde esta tarde.
De todas maneras, para este pueblo argentino que muestra en su gran mayoría cumplimiento de las normas, pese a que el presidente habla de que no se cumple demasiado -tendría que ponerse frente a quienes están hartos y que necesitan trabajar para tener ingresos- la ola pasa nuevamente por la ancha avenida de la paciencia, vale repetirlo una y mil veces.
Claro, desde el pueblo argentino el presidente debería tener algo de concesión y no aprovechar esta cuarentena eterna para meter caballos de Troya, como la moratoria o la reforma judicial, cuando lo que hay que resolver primero es la pandemia sanitaria y otras tan graves como esa, como la económica y la de la inseguridad.
Resulta fundamental para saber cómo sigue la cuarentena por el coronavirus, que hoy entró en su día 132, todo un récord en el mundo.
Aunque se decía que iba a haber mayor flexibilización, ahora se ha hecho trascender que no habrá cambios en lo que viene, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el conurbano.
Esto quiere decir que los habitantes de las zonas más pobladas del país tendrán que seguir transitando por la gran avenida de la paciencia para hacer frente a la realidad, porque se dice que el pico está llegando pero todavía falta.
Recordemos que esta etapa de la cuarentena finaliza el 2 de agosto y se estima que mañana se anunciarán los pasos nuevos, en base a lo que se acuerde esta tarde.
De todas maneras, para este pueblo argentino que muestra en su gran mayoría cumplimiento de las normas, pese a que el presidente habla de que no se cumple demasiado -tendría que ponerse frente a quienes están hartos y que necesitan trabajar para tener ingresos- la ola pasa nuevamente por la ancha avenida de la paciencia, vale repetirlo una y mil veces.
Claro, desde el pueblo argentino el presidente debería tener algo de concesión y no aprovechar esta cuarentena eterna para meter caballos de Troya, como la moratoria o la reforma judicial, cuando lo que hay que resolver primero es la pandemia sanitaria y otras tan graves como esa, como la económica y la de la inseguridad.
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