Hoy se cumplen 140 años del fallecimiento de Melville Bagley, el creador de la Hesperidina. Su muerte fue cuatro días después de su cumpleaños (10 de julio).
Curiosamente el mismo día pero 22 años después muere su segunda esposa, Juana Hamilton.
Néstor Tony Pienso, de Bernal vivo o quiero conocerlo, recuerda que Melville empezó como empleado en la droguería La Estrella, en San Telmo. Los dueños eran los hermanos Demarchi, quienes en ese tiempo comercializaban productos digestivos.
Esa influencia, sumada a los naranjos de su casona de Bernal -que todavía está en la calle Zapiola y Dorrego- lo llevaron a producir el histórico producto: la Hesperedina.
El autor de la nota menciona que el perito Francisco Moreno siempre llevaba una botella de Hesperidina en sus exploraciones por la Patagonia.
Bagley descubre que le plagiaron la idea en Uruguay, hace la demanda, gana el juicio y eso originó la creación de la oficina de patentes y marcas en el país. Y fue la Hesperedina el primer producto registrado.
Bagley murió a los 42 años el 14 de julio de 1880, víctima de un ataque de apoplejía o falla cardíaca, según figura en los registros legales.
Sus restos fueron inhumados en el Cementerio Británico de Buenos Aies.
Su esposa, Juana Hamilton, se puso al frente de la empresa.
El matrimonio tuvo ocho hijos, todos nacidos en el país: Edith Mareía Amelia, Sara Emma, Daisy Ethel, Mabel, Lucía Gertrudis, María, Julia Wlker y Melville.
En 1891 Juana Hamilton adquiere un terreno en Barracas, sobre la Avenida Montes de Oca, que le compra a la viuda de Eugenio Cambaceres.
Ahí se monta la famosa fábrica de Bagley, que comenzó a funcionar en 1892. La planta se convirtió en un ícono barrial, llegando a fabricar 6000 kilos de galletitas por día.
Justo al lado de la planta construyó su vivienda la viuda de Melville Bagley.
Murió el 14 de julio de 1902.
Curiosamente el mismo día pero 22 años después muere su segunda esposa, Juana Hamilton.
Néstor Tony Pienso, de Bernal vivo o quiero conocerlo, recuerda que Melville empezó como empleado en la droguería La Estrella, en San Telmo. Los dueños eran los hermanos Demarchi, quienes en ese tiempo comercializaban productos digestivos.
Esa influencia, sumada a los naranjos de su casona de Bernal -que todavía está en la calle Zapiola y Dorrego- lo llevaron a producir el histórico producto: la Hesperedina.
El autor de la nota menciona que el perito Francisco Moreno siempre llevaba una botella de Hesperidina en sus exploraciones por la Patagonia.
Bagley descubre que le plagiaron la idea en Uruguay, hace la demanda, gana el juicio y eso originó la creación de la oficina de patentes y marcas en el país. Y fue la Hesperedina el primer producto registrado.
Bagley murió a los 42 años el 14 de julio de 1880, víctima de un ataque de apoplejía o falla cardíaca, según figura en los registros legales.
Sus restos fueron inhumados en el Cementerio Británico de Buenos Aies.
Su esposa, Juana Hamilton, se puso al frente de la empresa.
El matrimonio tuvo ocho hijos, todos nacidos en el país: Edith Mareía Amelia, Sara Emma, Daisy Ethel, Mabel, Lucía Gertrudis, María, Julia Wlker y Melville.
En 1891 Juana Hamilton adquiere un terreno en Barracas, sobre la Avenida Montes de Oca, que le compra a la viuda de Eugenio Cambaceres.
Ahí se monta la famosa fábrica de Bagley, que comenzó a funcionar en 1892. La planta se convirtió en un ícono barrial, llegando a fabricar 6000 kilos de galletitas por día.
Justo al lado de la planta construyó su vivienda la viuda de Melville Bagley.
Murió el 14 de julio de 1902.
Comentarios