INVESTIGADORES DE LA UNQ CREAN SOFTWARE PARA MUSICOS

"Muchos músicos están muy preocupados por no poder ensayar, por no laburar. Zoom, Jitsi y Skype no nos ofrecen buenas soluciones porque se traban. Para nosotros, un segundo de desfasaje es un montón. Al igual que con los deportistas, también necesitamos entrenamiento. Uno puede entrenar solo pero no tiene nada que ver con lo que ocurre al practicar con la banda. De la misma manera los chicos de los colegios y universidades no podían recibir clases de música como se merecen, al no existir una plataforma capaz de soportar.
La iniciativa es una solución al respecto" dijo Diego Romero Mascaró, docente, investigador y director de la Escuela Universitaria de las Artes (EUdA) en la Universidad Nacional de Quilmes.
El SAGORA es un software libre y gratuito, diseñado y desarrollado por artistas e investigadores. Así se definen, como artistas-investigadores, y son músicos que realizan tareas de investigación y conciben que tanto el arte como la ciencia no son campos tan desligados como se suele decir a menudo.
La plataforma en cuestión permite conectar a múltiples usuarios en una sala virtual y transmitir el audio en tiempo real sin que se cancelen las señales, como ocurre con otras herramientas que se emplean habitualmente en teleconferencias.
Esta característica convierte a la plataforma en una aplicación útil para la práctica musical, tanto para el sector de las industrias culturales como al de la educación, en la medida en que permite realizar ensayos y/o conciertos con Internet.
Al momento ya fue traducida al portugués, inglés y francés y muy pronto estará disponible en italiano y ruso.
En pocos días ya la descargaron más de 14 mil usuarios de 41 países.
Romero Mascaró dijo que el proyecto nació por la necesidad de dar clases. Y agregó que este cuatrimestre dicta un taller de improvisación, una materia en la que los estudiantes deben tocar y la única forma de evaluarlos era por el rendimiento grupal.
Sagora se origina a partir de la pregunta de cómo seguir las clases sin alterar el programa.
A ese interrogante se sumó otro con la propia práctica profesional, ya que además de docente se destaca como músico.
Recordó que se juntaban los viernes y la pandemia cortó esa posibilidad. Como ya venían con el desarrollo previo de los conciertos colaborativos a través de internet desde 2015, se optó por estas tecnologías, pero no era lo mismo. "Nos fastidiábamos en medio de los ensayos y encontrábamos problemas técnicos que no podíamos sortear".
Con conciertos colaborativos habla del campo de realización artística por internet. En ese camino, el equipo liderado por Romero Moscaró -desde el proyecto de investigación Desarrollos tecnológicos aplicados a las artes- ha participado de eventos conjuntos con las Universidades de Nueva York, de Thompson, Canadá, y de Hong Kong, entre otras. Una actividad que permite afianzar el vínculo entre artistas que se encuentran en diferentes partes del mundo y los habilita a crear una obra sin necesidad de compartir un espacio físico concreto.

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