TITA, UNA CITA IMPERDIBLE CON LA VIDA DE LA MERELLO

¿Es Nacha o es la Merello? La pregunta cabe porque el espectáculo Tita, una vida en tiempo de tango, retrata a la histórica cantante y actriz argentina, que en el cuerpo de Nacha Guevara adquiere dimensión para llegar a preguntarse después del espectáculo quién estaba arriba del escenario.
Se puede disfrutar de esta producción en el sitio web laplazaonline.com, que todos los sábados desde las 20.30 y por 24 horas ofrece obras de jerarquía.
En este caso, la pieza fue estrenada en el Metropolitan en 2011 y tuvo gran repercusión.
Porque traza la vida de Ana Laura Merello, Tita para todos, desde los veinte años en que aprendió a leer y escribir hasta sus últimos días en la Casa del Teatro.
A lo largo de la hora y 40 minutos se pueden escuchar los grandes éxitos de la Merello, como Se dice de mí, La Pipistrella, El choclo, Sueño de muñeca, Arrabalera...
En algún momento se escucha la voz en off de la propia Tita, contando su pensamiento o aspectos de su vida.
Asimismo, aparecen personajes que fueron fundamentales en la vida de Tita, entre ellos su gran amor, Luis Sandrini. También Discepolín, Hugo del Carril, Guillermo Battaglia (en el cine quedó como ícono de protagonismo en Filomena Marturano, basada en la pieza teatral de Eduardo De Filippo).
Desde los arrabales, los suburbios, la cantante primero y luego actriz fue avanzando los escalones de una carrera que tuvo sus altos y sus bajos, que vivió la picaresca y la alegría con intensidad, y que también sumó etapas de ocaso y oscuridad. Una personalidad fuerte y única.
Asimismo, el ostracismo como cuando ingresó a la lista negra de la censura, por la proscripción del peronismo, junto a Zully Moreno, Fanny Navarro, Olga Zubarry entre otras. Decisión de la revolución libertadora.
Hugo del Carril la rescata del olvido y la invita a una presentación, y logra, no sin esfuerzo, que se acerque al escenario y a regañadientes termina convenciéndola que cante.
Allí está uno de los momentos cumbres del espectáculo, porque con esa voz sufriente, aguardentosa, sacada de las entrañas entona como los dioses El choclo, de Villoldo ("Con este tango que es burlón   y compradito/ se ató dos alas la emoción de mi suburbio..."),
Tita o Nacha, a esa altura de la vida, ingresa en la soledad, se recluye en su propia condición y se convierte en mensajera ("Muchacha, no olvides el Papanicolau...").
Pero su imagen sigue siendo guía, a pesar de su instrospección. Y termina su vida en la casa del teatro, admirada por quienes se le acercan y le preguntan, por ejemplo, por qué no se casó. Y ahí es tajante: tuve muchos pero un solo amor Luis Sandrini). En la obra se muestra la despedida de Tita y Luis, ella cansada de sus traiciones, él acusándola de haberlo engañado.
El cierre es de apoteosis, como no podía se otra manera, cantando, con el mítico tema de Mercedes Simone: "Cantando lo encontré, cantando lo perdí/ porque no sé llorar, cantaando he de morir...".
EL ELENCO

Nacha Guevara, que fue autora del guión junto a Alberto Negrín, contó el aporte de Alberto Favero -fueron pareja- en la dirección  musical de una afinada orquesta de siete músicos, actores y bailarines de alto vuelo.
En el elenco de actores, Christian Gimenez fue Sandrini: también estuvieron Marcos Woinski, Alejandro Vázquez como Discepolín, Ariel Leyra (Hugo del Carril), Andrés Zurita, Stella Maris Faggiano, Norberto Trujillo.
Se podrá decir que el teatro por vía digital pierde su esencia, porque falta ese contacto mágico actor desde el escenario y espectador, pero en  este caso la obra y la actuación de Nacha (¿o Tita?) supera todas las barreras, y transforma la fría pantalla de la compu o del celular en una cálida expresión, que termina con un ruidoso aplauso de pie. Una forma de expresión vital en tiempos de confinamiento.
Se puede ver por laplazaonline.com hoy hasta las 20. VALE LA PENA!

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