MONSEÑOR TISSERA: UN LUSTRO DE LAUDATO SI

El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, se ocupó del quinto aniversario de la publicación de la encíclica Laudato Si, del papa Francisco sobre el cuidado de la "casa común".
"Junto con el padre obispo Maxi (Margni) queremos recordar este hecho tan importante. Precisamente en el marco de la pandemia, !qué bien nos hace tener presente el contenido de esa carta tan valorada no solo en la iglesia sino en el mundo entero, y particularmente, por los estudiosos y los científicos del mundo, en un  momento tan difícil que vive la humanidad, además de por la pandemia, precisamente por el descuido de la "casa común"!.
"Hay tres elementos inspiradores para abordar lo que es este regalo que nos ha hecho Francisco en Laudato Si: la integralidad, la fraternidad y la solidaridad.
Integralidad: Las razones por las cuales un lugar se contamina exige un análisis del funcionamiento de la sociedad, de su economía, de su comportamiento, de sus maneras de entender la realidad. "No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental", es lo que nos dice Francisco en esa carta.
Otro elemento que podemos destacar es la fraternidad. Sabemos la gran inspiración que tiene el Papa en la figura de San Francisco de Asís. Ese hombre que nos habló con su vida de lo que es la fraternidad. Necesitamos refundar las bases de la convivencia humana, pues todos somos parte de una sola familia humana en una sola casa común. Todos hermanos y hermanas, unos de los otros, y todo está relacionado. Y el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás. Cuando se propone una visión de la naturaleza únicamente como objeto de provecho y de interés tiene serias consecuencias en la sociedad.
Y un tercer núcleo que nos brinda la encíclica Lautaro Si es el de la solidaridad. Es esa experiencia que brota de la fraternidad y de la conciencia que surge de reconocer que "la Creación" no es estrictamente nuestra: Dios nos pone como mayordomos, quienes cuidan y administran como propio lo que no lo es, realmente. Eso hace que nos sintamos todos responsables como cuidadores de la casa común. Esta encíclica del Papa, que cumple los cinco años, es un urgente llamado a un nuevo diálogo sobre el modo en que estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los obispos de Sudáfrica se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso de mano a la creación de Dios.
Entonces, en estos cinco años de la encíclica papal, que esta cuarentena larga que nos atraviesa nos haga pensar cuánto ha tenido que ver el hombre con sus malos pasos para desquiciar esta preciosura de la casa común que Dios nos ha regalado. Qué mundo queremos dejar para los que nos siguen, para tus hijos, para tus nietos... que es responsabilidad no solo tuya... es de todos.
Por eso, realmente, que en esta celebración de los cinco años de Laudato Si podamos contemplar esta naturaleza que somos -porque somos una sola cosa como sociedad, y también como ambiente que nos rodea- y la podamos cuidar, hacerla más saludable y podamos brindar a los que siguen un ambiente de mayor justicia, y una mejor relación y de mayor sanidad.
Que Dios bendiga a todos".

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