Deberíamos aprender mucho de los suecos, más allá del conflicto que generó días pasados el presidente de la Nación, Alberto Fernández, al comparar Argentina y Suecia en el tratamiento de la pandemia por el coronavirus.
Una información de BBC News dice que en Suecia los parlamentarios no tienen asesores propios y se pagan el café de su bolsillo.
Así se comenta que los diputados tienen despachos de siete metros cuadrados, apartamentos pequeños para funcionarios y límites estrictos a la hora de usar el dinero de los contribuyentes en el ejercicio de la actividad parlamentaria.
Se agrega que estos legisladores no tienen beneficios adicionales como pasa en otros país, como el nuestro por ejemplo. No tienen presupuesto para fletar aviones, ayuda para el alquiler, dietas, contratación de asesores particulares, ayuda para gastos médicos, guardería pagada para los hijos y fondos para la divulgación del mandato, entre otras cosas.
Además -créase o no de Ripley- en el país escandinavo no hay inmunidad parlamentaria.
El diputado Per-Arne Hakansson, del Partido Socialdemócrata, le contó a BBC News Brasil que el legislador es un ciudadano común.
"No tiene sentido conceder privilegios especiales a los parlamentarios, porque nuestra tarea es representar a los ciudadanos y conocer la realidad en la que viven. Representar a los ciudadanos es un privilegio en sí, ya que tenemos la oportunidad de influir en el rumbo del país" sostuvo.
TARJETA ANUAL
La nota sigue diciendo que cuando empiezan el mandato los diputados reciben una tarjeta anual para utilizar el transporte público. Y también un amplio código de ética que va acompañado de información sobre el restringido uso de los fondos públicos y las normas de conducta en la actividad parlamentaria.
Los autos oficiales son pocos y tienen uso limitado. El Parlamento solo tiene tres vehículos, modelo Volvo S80. Esta flota solo está a disposición del presidente del Parlamento y sus tres vicepresidentes para actos oficiales.
En Suecia el único político que tiene derecho a un auto en forma permanente es el primer ministro. El coche pertenece a la flota de la policía secreta sueca.
Los ministros pueden pedir vehículos "cuando tengan fuertes razones para usarlo".
EL SUELDO
¿Cuánto gana un diputado en Suecia? Unas 66900 coronas o sea 7200 dólares al mes.
Los impuestos son altos y tras pagarlos, les queda neto unas 40 mil coronas (4.300 dólares), lo que equivale a menos del doble de lo que gana un profesor de primaria en ese país.
Si un diputado tiene la base electoral fuera de la capital, Estocolmo, puede solicitar lo que se llama traktament, una ayuda paera los días de la semana en la que trabaja en la capital.
Esa ayuda, solo para parlamentarios que no residen en Estocolmo, es de 110 coronas (unos 12 dólares).
Vale señalar que hasta 1957 los diputados no tenían salario y solo recibían contribuciones de los miembros de los partidos.
Se tomó la decisión de fijar salarios al llegar a la conclusión de que ningún ciudadano debería verse "impedido de convertirse en diputado por razones económicas".
Pero el valor del salario no debería "ser tan alto como para volverse económicamente atractivo".
Ningún diputado tiene el privilegio de aumentarse el salario, el cual es determinado por un comité independiente, llamado Riksdagens Arvodesnamd.
Integran el comité el presidente, que por regla general es un juez jubilado, y dos representantes, que suelen ser ex funcionarios públicos o periodistas. El comité lo nombra la mesa directiva del Parlamento.
Una información de BBC News dice que en Suecia los parlamentarios no tienen asesores propios y se pagan el café de su bolsillo.
Así se comenta que los diputados tienen despachos de siete metros cuadrados, apartamentos pequeños para funcionarios y límites estrictos a la hora de usar el dinero de los contribuyentes en el ejercicio de la actividad parlamentaria.
Se agrega que estos legisladores no tienen beneficios adicionales como pasa en otros país, como el nuestro por ejemplo. No tienen presupuesto para fletar aviones, ayuda para el alquiler, dietas, contratación de asesores particulares, ayuda para gastos médicos, guardería pagada para los hijos y fondos para la divulgación del mandato, entre otras cosas.
Además -créase o no de Ripley- en el país escandinavo no hay inmunidad parlamentaria.
El diputado Per-Arne Hakansson, del Partido Socialdemócrata, le contó a BBC News Brasil que el legislador es un ciudadano común.
"No tiene sentido conceder privilegios especiales a los parlamentarios, porque nuestra tarea es representar a los ciudadanos y conocer la realidad en la que viven. Representar a los ciudadanos es un privilegio en sí, ya que tenemos la oportunidad de influir en el rumbo del país" sostuvo.
TARJETA ANUAL
La nota sigue diciendo que cuando empiezan el mandato los diputados reciben una tarjeta anual para utilizar el transporte público. Y también un amplio código de ética que va acompañado de información sobre el restringido uso de los fondos públicos y las normas de conducta en la actividad parlamentaria.
Los autos oficiales son pocos y tienen uso limitado. El Parlamento solo tiene tres vehículos, modelo Volvo S80. Esta flota solo está a disposición del presidente del Parlamento y sus tres vicepresidentes para actos oficiales.
En Suecia el único político que tiene derecho a un auto en forma permanente es el primer ministro. El coche pertenece a la flota de la policía secreta sueca.
Los ministros pueden pedir vehículos "cuando tengan fuertes razones para usarlo".
EL SUELDO
¿Cuánto gana un diputado en Suecia? Unas 66900 coronas o sea 7200 dólares al mes.
Los impuestos son altos y tras pagarlos, les queda neto unas 40 mil coronas (4.300 dólares), lo que equivale a menos del doble de lo que gana un profesor de primaria en ese país.
Si un diputado tiene la base electoral fuera de la capital, Estocolmo, puede solicitar lo que se llama traktament, una ayuda paera los días de la semana en la que trabaja en la capital.
Esa ayuda, solo para parlamentarios que no residen en Estocolmo, es de 110 coronas (unos 12 dólares).
Vale señalar que hasta 1957 los diputados no tenían salario y solo recibían contribuciones de los miembros de los partidos.
Se tomó la decisión de fijar salarios al llegar a la conclusión de que ningún ciudadano debería verse "impedido de convertirse en diputado por razones económicas".
Pero el valor del salario no debería "ser tan alto como para volverse económicamente atractivo".
Ningún diputado tiene el privilegio de aumentarse el salario, el cual es determinado por un comité independiente, llamado Riksdagens Arvodesnamd.
Integran el comité el presidente, que por regla general es un juez jubilado, y dos representantes, que suelen ser ex funcionarios públicos o periodistas. El comité lo nombra la mesa directiva del Parlamento.
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