Científicos y científicas del CONICET Argentina y de TYAN (la red joven de The World Academy of Sciences), junto con colegas de América Latina y del mundo, han propuesto un manifiesto para enfrentar la pandemia por vía de la colaboración global.
"Alrededor de 600 personalidades de diferentes campos de las ciencias a nivel nacional, regional y global, junto con rectores de universidades nacionales -entre ellas la Universidad Nacional de Quilmes-y otras relevantes figuras del mundo académico, exhortaron a los ejecutivos del G20 a elaborar una respuesta conjunta al formidable desafío sanitario, económico y social que plantea la pandemia a escala global.
La iniciativa, que surgió de un grupo de científicas y científicos del CONICET Argentina y de TYAN (la red joven de The World Academy of Sciencies), resalta la urgencia de fortalecer la coordinación política-sanitaria dentro de los países y entre gobiernos a nivel multilateral, así como la cooperación internacional en los campos de la salud, la ciencia, la tecnología y el desarrollo social.
Frente al actual panorama de acciones nacionales y dificultades en articular una reacción común en la región y en el mundo, las y los firmantes postulan propuestas internacionales para superar el mayor reto global en décadas. Partiendo de un diagnóstico que no considera al COVID-19 como agente casual de la crisis sanitaria global sino más bien un detonante que pone de relieve las fallas estructurales preexistentes de los frágiles sistemas de salud y de ciencia y tecnologia del mundo, proponen valorizar la regulación y participación activa del Estado, velando porque la salud, la educación y la ciencia y tecnología no sean considerados bienes del mercado.
A su vez, argumentan que la actual fase de avance de la pandemia en los países en desarrollo, principalmente en América Latina y Africa, pone de manifiesto la necesidad de crear un sistema integrado de datos a nivel global que permita compartir más recursos e información confiable desde los países que están atravesando las fases más críticas hacia los que están en etapas iniciales de contagio o no están aun en situación de pandemia.
Sumado a ello, proponen conformar una red internacional de científicos y expertos coordinados por la Organización Mundial de la Salud que apoye iniciativas e instituciones de cooperación internacional de salud, cuya labor se extienda más allá de la actual crisis.
En paralelo, señalan la necesidad de activar mecanismos de contención económica mundial y líneas de financiamiento para apoyar a países y sectores más afectados, fortaleciendo los sistemas nacionales de innovación y los sistemas de salud.
Las propuestas que se hicieron llegar a los líderes del G20 advierten sobre la necesidad de mayor coordinación y seguimiento en la implementación de medidas de cooperación internacional farmacéuticas, como vacunas y drogas antivirales, promoviendo prácticas de investigación abierta, intercambio de información y acción coordinada para su distribución que considere el acceso universal en base a las necesidades y capacidades de los países en desarrollo.
A su vez, las y los firmantes realizan un llamado a las grandes corporaciones transnacionales a contribuir a un fondo común de inversión para que el potencial de tecnologías digitales, de la telemedicina y herramientas como los diagnósticos remotos de enfermedades, sensores de epidemias y cadenas de bloques estén al alcance de todos los países".
"Alrededor de 600 personalidades de diferentes campos de las ciencias a nivel nacional, regional y global, junto con rectores de universidades nacionales -entre ellas la Universidad Nacional de Quilmes-y otras relevantes figuras del mundo académico, exhortaron a los ejecutivos del G20 a elaborar una respuesta conjunta al formidable desafío sanitario, económico y social que plantea la pandemia a escala global.
La iniciativa, que surgió de un grupo de científicas y científicos del CONICET Argentina y de TYAN (la red joven de The World Academy of Sciencies), resalta la urgencia de fortalecer la coordinación política-sanitaria dentro de los países y entre gobiernos a nivel multilateral, así como la cooperación internacional en los campos de la salud, la ciencia, la tecnología y el desarrollo social.
Frente al actual panorama de acciones nacionales y dificultades en articular una reacción común en la región y en el mundo, las y los firmantes postulan propuestas internacionales para superar el mayor reto global en décadas. Partiendo de un diagnóstico que no considera al COVID-19 como agente casual de la crisis sanitaria global sino más bien un detonante que pone de relieve las fallas estructurales preexistentes de los frágiles sistemas de salud y de ciencia y tecnologia del mundo, proponen valorizar la regulación y participación activa del Estado, velando porque la salud, la educación y la ciencia y tecnología no sean considerados bienes del mercado.
A su vez, argumentan que la actual fase de avance de la pandemia en los países en desarrollo, principalmente en América Latina y Africa, pone de manifiesto la necesidad de crear un sistema integrado de datos a nivel global que permita compartir más recursos e información confiable desde los países que están atravesando las fases más críticas hacia los que están en etapas iniciales de contagio o no están aun en situación de pandemia.
Sumado a ello, proponen conformar una red internacional de científicos y expertos coordinados por la Organización Mundial de la Salud que apoye iniciativas e instituciones de cooperación internacional de salud, cuya labor se extienda más allá de la actual crisis.
En paralelo, señalan la necesidad de activar mecanismos de contención económica mundial y líneas de financiamiento para apoyar a países y sectores más afectados, fortaleciendo los sistemas nacionales de innovación y los sistemas de salud.
Las propuestas que se hicieron llegar a los líderes del G20 advierten sobre la necesidad de mayor coordinación y seguimiento en la implementación de medidas de cooperación internacional farmacéuticas, como vacunas y drogas antivirales, promoviendo prácticas de investigación abierta, intercambio de información y acción coordinada para su distribución que considere el acceso universal en base a las necesidades y capacidades de los países en desarrollo.
A su vez, las y los firmantes realizan un llamado a las grandes corporaciones transnacionales a contribuir a un fondo común de inversión para que el potencial de tecnologías digitales, de la telemedicina y herramientas como los diagnósticos remotos de enfermedades, sensores de epidemias y cadenas de bloques estén al alcance de todos los países".
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