EL CASAMIENTO DE LA EMPERATRIZ SISSI

Un día como hoy se producía en Viena, Austria, el casamiento de Isabel Amalia Eugenia, duquesa de Baviera, más popularmente conocida como Sissi, con su primo, Francisco José.
Isabel nació en Munich el 24 de diciembre de 1837 y murió asesinada en Ginebra el 10 de setiembre de 1898.
Fue emperatriz de Austria, entre 1854 y 1898, y reina consorte de Hungría (1867-1898), entre otros títulos de la Casa Habsburg-Lorena.
Allá por 2017 estuve en el Museo y residencia de los Habsburgo -dinastía que reinó durante seis siglos-, lo que permitió rememorar lo que el cine llevó a la pantalla en tres recordadas películas: Sissi, Sissi emperatriz y Sissi y su destino, con el protagonismo de Romy Schneider.
Originalmente a Isabel se la conocía como Sisi, pero las películas del director Ernst Marischka la transformaron en Sissi.
Isabel era hija del duque Maximiliano de Baviera y de la princesa Ludovika de Baviera.
Fue educada junto a sus hermanos, lejos de la corte de Baviera y su infancia la pasó entre su ciudad natal, Munich, y los salvajes parajes que rodeaban al castillo de Possenhofen, a orillas del lago de Starnberg (su padre lo había adquirido como residencia de verano).
A los 16 años Isabel acompañó a su madre y a su hermana mayor, Elena de Baviera -la llamaban Nené- en un viaje a la residencia de verano de la familia real de Austria, en Bad Ischl. Ahí estaba la archiduquesa Sofía de Baviera, hermana de Ludovika, junto a su hijo, el emperador de Austria, Francisco José I.
Ese encuentro era para que el emperador se fije en Elena y la tome como prometida. Pero, Francisco José, de 23 años, se sintió atraído por Isabel, cambiando los planes de casamiento.
Un año más tarde Isabel se casó con su primo. Fue el 24 de abril de 1854 en la iglesia de los Agustinos en Viena, convirtiéndose en emperatriz.
Isabel tuvo problemas para adaptarse al protocolo de la corte imperial vienesa.
Con Francisco José, Isabel tuvo cuatro hijos: Sofía Federica de Habsurgo-Lorena, archiduquesa de Austria; Rodolfo de Habsburgo-Lorena, príncipe heredero de la corona y María Valeria de Habsburgo-Lorena, archiduquesa de Austria.
La muerte de Sofía Federica sumió en una profunda depresión a Isabel, y marcó su carácter.
Isabel se destacaba por su belleza física, por su rebeldía, su cultura y su personalidad demasiada avanzada para su tiempo. Le gustaba la equitación, sentía aprecio por los animales, entre ellos los exóticos.
Hablaba varios idiomas: alemán, inglés, francés, húngaro, por su identificación con la causa húngara, y el griego.
Cuidaba su figura, incluso instaló anillas en sus habitaciones pare a hacer deporte sin ser vista.
A partir de los 35 años no permitió que se la retratase o se le sacase una fotografía.
Era una inquieta viajera y una gran lectora, en especial de obras de William Shakespeare, Friedrich Hegel y Heinrich Heine.
La muerte de su hijo Rodolfo en circunstancias confusas -se habló del crimen de Mayerling- en 1889, trastornó a Isabel, quien dejó Viena y usó el negro como color de vestimenta.
De todas maneras nunca dejó su pasión por viajar. El 10 de setiembre de 1898, mientras paseaba por el lago Lemán de Ginebra con una dama de compañía, la condesa Irma Sataray, fue atacada por el anarquista italiano, Luigi Lucheni, quien le aplicó un estiletazo a la reina en el corazón.
El cuerpo de Isabel fue trasladado a Viena y fue sepultada en la cripta imperial o Kraisergruft, en la iglesia de los capuchinos.

EL MUSEO DE ISABEL

En aquel viaje de setiembre de 2017 visité el Museo de Isabel o Sissi, en Viena, que muestra los numerosos objetos personales de la emperatriz y los retratos más famosos de la época en que podía ser retratada.
En el Museo se puede ver la copia del vestido que llevó a la fiesta celebrada antes de su boda, un secreter en miniatura con algunos sobres pintados a mano por Isabel, la caja de acuarelas, un botiquín de viaje con 63 piezas.

EN EL CINE

Tres históricas películas reflejaron a la emperatriz -Sissi, Sissi emperatriz y Sissi y su destino- con el protagonismo de Romy Schneider y Karlheiz Bohm, todas dirigidas por Ernst Marischka.
La primera película, de 1955, narra la vida de Sissi en su Baviera natal, su viaje a Viena y el flechazo que le produce su primo, quien termina pidiendo su mano.
Sissi emperatriz, filme de 1956, cuenta cómo le cuesta adaptarse a la corte vienesa, la huida a su Baviera natal ante el nacimiento de su hija Sofía, cómo es convencida para volver, con la coronación de Francisco José y Sissi como reyes de los húngaros.
Sissi y su destino cuenta cómo la suegra de Sissi inventa falsos romances de la emperatriz con el conde Andrassy para romper el matrimonio con Francisco José. Eso provoca que Sissi se enferme y vaya a Madeira a curarse. Recuperada, viaja a Italia y se reúne con su hija.
Romy Schneider, quien protagonizó a Sissi, murió en 1982 con 43 años, por un ataque al corazón debido al alcoholismo, al que llegó por la muerte de su hijo de 14 años.
En todas las películas, Magda Schneider, madre de Romy, interpreta a la princesa Ludovika, madre de Sissi.
El director quiso rodar una cuarta película pero Romy Schneider se negó rotundamente.

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