CORONAVIRUS: REFLEXIONES EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Habrá cuarentena para rato. Algo así como cuarentena eterna, al menos así parece porque cada vez que está por vencer un plazo, rápidamente se genera el clima de trascendidos para ir estirándola por unos días más, y así sucesivamente.
Desde el 20 de marzo, fecha de inicio del confinamiento, ya pasaron 35 días y todo hace suponer que el presidente Alberto Fernández va a anunciar antes del domingo que la cuarentena sigue, por lo menos en Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires y en otras provincias, por unos cuantos días más.
Fijará una fecha, que sin duda será el 11 de mayo, y cuando se llegue a ese día, seguirá el estiramiento, porque la verdad, que es la única realidad, es que el pico recién se espera para la segunda quincena del mes próximo o la primera de junio.
Así las cosas, habrá que seguir acostumbrándose a esta situación y hacerse fuerte para no hartarse.
Lógicamente, empujan la economía y aquellas actividades que están paradas y que necesitan funcionar para que sus intérpretes no se encuentren en una situación más complicada, económica y humanamente.
Desde ya se anticipó que habrá algunas provincias que tendrán aperturas porque los casos de coronavirus no están o han sido tan pocos, y no se dan desde hace tiempo, como para hacer aperturas, aunque no sin dejar de cumplir los protocolos.
En CABA y Buenos Aires el temor existe, y con mucha razón, porque en los últimos días se dio algo que se imaginaba pero que no se tomó en cuenta con la seriedad que correspondía. De pronto, los geriátricos se transformaron en graves focos de infección. Y "se descubrió" que son muchos estos comercios que albergan abuelos y que muchas veces no cumplen los mínimos requisitos, y muchos de ellos ni siquiera tienen la habilitación (o sea son truchos y funcionan).
En CABA y la provincia son muchísimos los que funcionan, en ambas condiciones, habilitados y ocultos en el truchaje. Se necesitan testeos, control... como decía el General: todo puede ser muy bueno pero mucho mejor es controlar que se cumplan las obligaciones.
No hay que olvidar que en los países europeos, donde el coronavirus se expandió por doquier, uno de los lugares más afectados fue el de los geriátricos, máxime en países como Italia y España, donde los adultos mayores constituyen una población importante.

TRES PODERES

Uno de los temores que siempre generan situaciones como la que se está viviendo pasa por el funcionamiento de la democracia y de la República. El miedo a las brisas totalitarias.
Hoy predomina el Poder Ejecutivo, con Decretos de Necesidad y Urgencia, los DNU que se han dado en cantidad -pero que deberán ser refrendados por el Poder Legislativo- y con las falencias de los poderes Judicial y Legislativo. El Judicial funciona en forma precaria, con muchos inconvenientes y cumpliendo los requisitos fundamentales que exige la cuarentena.
Pero sorprende que todavía no haya comenzado a funcionar el Poder Legislativo, ambas Cámaras que tienen muchos temas para tratar, entre ellos el proyecto que propicia el oficialismo, a través de los diputados Máximo Kirchner y Carlos Heller, de impuesto a las grandes fortunas.
Frente a ello hay algunas cosas que hacen preocupante el funcionamiento. Sobre todo cuando se escucha a la directora de Asuntos Jurídicos del Senado, doctora Graciela Peñafort, quien pone contra la pared a la Suprema Corte de Justicia para que valide el funcionamiento del sistema de sesión on line ante la especial circunstancia que se vive. No entiende la letrada que cada poder es independiente y decide su funcionamiento, e incluso va más allá decidir si los argenteinos vamos a escribir la historia con razones o con sangre.
Por otro lado, la viceministra de Educación, ex diputada nacional, Adriana Puiggrós hace una lectura increíble del coronavirus y el neoliberalismo, declarando que "el coronavirus infectó las sociedades humanas enfermas de neoliberalismo. La destrucción ambiental llevada a cabo por el capitalismo finaciero liberó el virus. El irrefrenable impulso de los dueños del capital produce una espiral que se retuerce engullando a la sociedad".
Son definiciones que van por la cornisa de la democracia y que infectan preocupación en la República.
Esperemos que solo sean gotas en el océano de un país que está consciente del momento que se vive, que cumple con los preceptos que instruyen los epidemiólogos e infectólogos que asesoran al presidente. Y que termine gobernando el sentido común, aunque para algunos sea el menos común de los sentidos.
Día 35. Y día del libro a nivel mundial, recordando a William Shakespeare, Miguel Cervantes y el Inca Garcilaso de la Vega. Lo importante es seguir reflexionando, sumando ideas, compartiendo los pensamientos con los seres queridos y los prójimos, aunque haya que acostumbrarse a tenerlos lejos físicamente, no en el corazón.
Se están viviendo momentos históricos en la humanidad, como para que algún día alguien proponga un corte cuando la pandemia concluya y terminemos hablando de A.C. y D.C., no antes de Cristo y después de Cristo, sino Antes del Coronavirus y Después del Coronavirus. Hay que tener esperanza en los días que vienen, mientras tanto habrá que seguir "cuarenteneando", a pesar de que termine durando muchísimo más de cuarenta días.

Comentarios