Día 40 de la cuarentena. Redundancia al margen, la realidad nos dice que los 40 días que ya pasaron desde aquel 20 de marzo seguramente se van a seguir sumando, porque quién puede asegurar que el próximo lunes 11 de mayo se levante. En todo caso, quizás se abran algunas actividades, pero si el pico de la curva recién comenzará a aparecer para mediados del mes próximo, difícilmente suponer que se termine en esa fecha.
Incluso desde la Ciudad de Buenos Aires se alertó en el crecimiento de los casos en los últimos días en forma importante, y se supone que eso seguirá en crecimiento. Y lo mismo en el Gran Buenos Aires, donde los casos pueden encontrar el caldo de cultivo para justificar, por ejemplo, que la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, en conferencia de prensa realizada ayer se alarmó porque en el distrito pareció relajarse el cumplimiento de los requisitos de confinamiento.
Dijo que tanto el coronavirus como el menos difundido dengue tienen en Quilmes y en determinados barrios -citó los casos La Matera y La Paz- posibilidades de ampliación si no endurecen las medidas y volvió a repetir lo que siempre dice en sus videos, como el del domingo último al anunciar que no iba a haber salidas de esparcimiento, o sea, hay que quedarse en casa para afrontar lo que viene, que se supone será lo peor.
La pandemia sanitaria tiene en Argentina un presunto ejemplo mundial, porque al haber empezado la cuarentena mucho antes que otros países, los casos de infectados y de fallecidos son mucho menores que los que se dan o se han dado en otros países, como Estados Unidos, Francia, España, Reino Unido, Italia, con los números más duros.
En nuestro país, es cierto, todavía no llegó lo peor, y eso podría ser dentro de los próximos quince días, por lo que extremar las medidas de confinamiento será fundamental para que la curva no crezca en forma vertical, con todas las consecuencias que eso significa.
La preparación sanitaria por ahora es fundamental, y todo el cuerpo sanitario del país pone el alma para enfrentar al coronavirus, en un país donde durante muchos años el pilar de una sociedad,como es el tema Salud, estuvo bastante desprotegido, algo que los médicos suelen denunciar en las redes.
PALABRA DE MEDICO
Hemos escuchado palabras de queja justificada por parte de una médica quilmeña, que contrajo el coronavirus en el UPA María Eva de Bernal, también el reclamo de las doctoras Estefanía Mazza Diez y Laura Cortés. También un médico santafesino, que mostró las precarias condiciones del lugar de trabajo.
Hoy en el espacio de cartas de lectores del diario Clarín, se puede leer al doctor Gustavo Lorenzo, cirujano pediátrico, quien escribe su misiva al presidente de la Nación, Alberto Fernández.
Recuerda las cartas publicas de las doctoras Mazza Diez y Cortés, y subraya que es imprescindible que cada uno de los médicos del país (unos 250 mil) escriba lo que siente, para no ser olvidados y se produzca un cambio en la clase política.
Tras contar que lleva 25 años como médico, que se formó en Buenos Aires y durante una década desarrolló su actividad profesional en Europa.
Señala que se ha visto en los últimos años el deterioro de la salud pública.
"Los médicos pasamos a ser simples obreros que tuvimos que convertirnos en pluri-empleados para mantener una vida más o menas digna.
Refiere los sueldos bajísimos que cobran los profesionales en los hospitales públicos. "No es posible que una sociedad que se considera justa un investigador, con más de quince años de trabajo, reciba un salario de 45 mil pesos y un legislador que apenas supera los 22 años de edad obtenga 200 mil pesos. Esto es responsabilidad de la política".
Agrega que "es claro que los valores se han trastocado: los senadores y diputados necesitan al menos 20 asesore. Los médicos no tenemos asesores parea atender a un paciente, nos basamos en nuestra formación y experiencia. Lo mismo deberíamos exigirles a ellos: formación, compromiso, estudio, trabajo y experiencia. Con respecto a la clase política, deberíamos elegir a los mejores, a los más formados y a los que su curriculum vitae sea impecable.
Y concluye hablando del efecto del virus "que se transforma en una gran lupa que deja al descubierto y nos muestra una realidad que todos conocíamos. El miedo a la muerte deja a la vista cuáles son los valores que tenemos que preservar. Creo que llegó el momento de generar un cambio serio y de fondo, donde los valores de una sociedad estén en la educación, la sanidad y la justicia. Es indispensable que esto suceda si queremos vivir en un lugar distinto. Por ello le escribo, señor Presidentge, y convoco a mis colegas a que expongan sus necesidades. En esta situación está la oportunidad de generar el cambio imprescindible para nuestro país. Es responsabilidad de todos".
OTRAS PANDEMIAS
La reflexión es una de las virtudes que tiene esta pandemia en cuarentena, porque permite tener todo el tiempo posible para hacerlo.
Además de la pandemia sanitaria, hay otras que están asociadas a ella, entre otras la económica, con los efectos devastadores del crecimiento de la desocupación, la pobreza, la indigencia, la falta de trabajo, los problemas de las empresas para asumir compromisos sin funcionamiento; en fin, el choque entre la pandemia económica y la sanitaria vuelve a poner sobre el tapete el dilema: ¿una u otra...?¿No será el momento de pensar en las dos para que el éxito sanitario no se transforme en una pandemia económica que lleve a la muerte de empresas y personas por depresión, otras enfermedades, psicosis, etéctera?
Hoy se sumó otra pandemia a la lista: no solo se trata de estar en casa y no salir a pasear, como se generó la ilusión el sábado con la difusa palabra presidencial que no aclaró en qué lugares se podía salir una hora hasta 500 metros.
Ahora se supo que el fútbol paró la pelota por este año. Se terminaron los torneos, se acabaron los descensos -recién volverán en 2022- y solo quedará por saber si los certámenes de ascenso pueden definir sus ascensos en el segundo semestre. Además se vuelve a los torneos de otras épocas, cuando el fútbol se jugaba de principios de año a diciembre, como va a ocurrir desde el año próximo.
CARCELES LIBERADAS
Otra pandemia pasa por el tema de la liberación multitudinaria de presos en nuestras cárceles, con el argumento del peligro del coronavirus. Dicen que desde la provincia de Buenos Aires ya son 2267 los presos devueltos a sus domicilios, cifra que podría llegar a los 6 mil. Y la pregunta es saber si habrá control, porque las famosas tobilleras domiciliarias escasean en relación a la cantidad.
El doctor Violini -curioso apellido en este caso en el que salen todo tipo de delincuentes, entre ellos violadores- fue el encargado de suscribir la medida, en base a una instrucción de Casación.
Alguien hizo un poco de historia y recordó aquel 25 de mayo de 1973, con el denominado Devotazo cuando salieron varios presos de la cárcel de Devoto, casi al momento en que asumía la presidencia el doctor Héctor J. Cámpora, y el ministro del Interior era un joven Esteban Righi, quien reconoció años después que se vieron desbordados. Esa noche había una multitud rodeando la cárcel de Devoto y cuando se abrieron las puertas, salieron muchísimos, entre ellos el mafioso francés, perseguido por el gobierno galo por haber apoyado a los nazis, Francoise Chiappe.
En síntesis, la pandemia del coronavirus encierra muchas otras.
Y la reflexión permite decir que vale la pena el turismo interior en estos tiempos, para que todos nos miremos más adentro, cuando precisamente el turismo es una de las industrias que más se vio afectada por este coronavirus. ¿Cuándo se podrá viajar... ? Hoy parece que la respuesta recién podrá encaminarse el año próximo, mientras hay cosas muchísimo más importante que soñar con un viaje.
El planeta está sacudido. Dicen los que saben que se respira mejor porque decreció en forma notoria la contaminación.
¿Será la pandemia del coronavirus la gran excusa para que los humanos pongamos el acento en las pequeñas cosas, en los valores, la familia, el otro, y logremos caminar hacia un mundo mejor...?
Incluso desde la Ciudad de Buenos Aires se alertó en el crecimiento de los casos en los últimos días en forma importante, y se supone que eso seguirá en crecimiento. Y lo mismo en el Gran Buenos Aires, donde los casos pueden encontrar el caldo de cultivo para justificar, por ejemplo, que la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, en conferencia de prensa realizada ayer se alarmó porque en el distrito pareció relajarse el cumplimiento de los requisitos de confinamiento.
Dijo que tanto el coronavirus como el menos difundido dengue tienen en Quilmes y en determinados barrios -citó los casos La Matera y La Paz- posibilidades de ampliación si no endurecen las medidas y volvió a repetir lo que siempre dice en sus videos, como el del domingo último al anunciar que no iba a haber salidas de esparcimiento, o sea, hay que quedarse en casa para afrontar lo que viene, que se supone será lo peor.
La pandemia sanitaria tiene en Argentina un presunto ejemplo mundial, porque al haber empezado la cuarentena mucho antes que otros países, los casos de infectados y de fallecidos son mucho menores que los que se dan o se han dado en otros países, como Estados Unidos, Francia, España, Reino Unido, Italia, con los números más duros.
En nuestro país, es cierto, todavía no llegó lo peor, y eso podría ser dentro de los próximos quince días, por lo que extremar las medidas de confinamiento será fundamental para que la curva no crezca en forma vertical, con todas las consecuencias que eso significa.
La preparación sanitaria por ahora es fundamental, y todo el cuerpo sanitario del país pone el alma para enfrentar al coronavirus, en un país donde durante muchos años el pilar de una sociedad,como es el tema Salud, estuvo bastante desprotegido, algo que los médicos suelen denunciar en las redes.
PALABRA DE MEDICO
Hemos escuchado palabras de queja justificada por parte de una médica quilmeña, que contrajo el coronavirus en el UPA María Eva de Bernal, también el reclamo de las doctoras Estefanía Mazza Diez y Laura Cortés. También un médico santafesino, que mostró las precarias condiciones del lugar de trabajo.
Hoy en el espacio de cartas de lectores del diario Clarín, se puede leer al doctor Gustavo Lorenzo, cirujano pediátrico, quien escribe su misiva al presidente de la Nación, Alberto Fernández.
Recuerda las cartas publicas de las doctoras Mazza Diez y Cortés, y subraya que es imprescindible que cada uno de los médicos del país (unos 250 mil) escriba lo que siente, para no ser olvidados y se produzca un cambio en la clase política.
Tras contar que lleva 25 años como médico, que se formó en Buenos Aires y durante una década desarrolló su actividad profesional en Europa.
Señala que se ha visto en los últimos años el deterioro de la salud pública.
"Los médicos pasamos a ser simples obreros que tuvimos que convertirnos en pluri-empleados para mantener una vida más o menas digna.
Refiere los sueldos bajísimos que cobran los profesionales en los hospitales públicos. "No es posible que una sociedad que se considera justa un investigador, con más de quince años de trabajo, reciba un salario de 45 mil pesos y un legislador que apenas supera los 22 años de edad obtenga 200 mil pesos. Esto es responsabilidad de la política".
Agrega que "es claro que los valores se han trastocado: los senadores y diputados necesitan al menos 20 asesore. Los médicos no tenemos asesores parea atender a un paciente, nos basamos en nuestra formación y experiencia. Lo mismo deberíamos exigirles a ellos: formación, compromiso, estudio, trabajo y experiencia. Con respecto a la clase política, deberíamos elegir a los mejores, a los más formados y a los que su curriculum vitae sea impecable.
Y concluye hablando del efecto del virus "que se transforma en una gran lupa que deja al descubierto y nos muestra una realidad que todos conocíamos. El miedo a la muerte deja a la vista cuáles son los valores que tenemos que preservar. Creo que llegó el momento de generar un cambio serio y de fondo, donde los valores de una sociedad estén en la educación, la sanidad y la justicia. Es indispensable que esto suceda si queremos vivir en un lugar distinto. Por ello le escribo, señor Presidentge, y convoco a mis colegas a que expongan sus necesidades. En esta situación está la oportunidad de generar el cambio imprescindible para nuestro país. Es responsabilidad de todos".
OTRAS PANDEMIAS
La reflexión es una de las virtudes que tiene esta pandemia en cuarentena, porque permite tener todo el tiempo posible para hacerlo.
Además de la pandemia sanitaria, hay otras que están asociadas a ella, entre otras la económica, con los efectos devastadores del crecimiento de la desocupación, la pobreza, la indigencia, la falta de trabajo, los problemas de las empresas para asumir compromisos sin funcionamiento; en fin, el choque entre la pandemia económica y la sanitaria vuelve a poner sobre el tapete el dilema: ¿una u otra...?¿No será el momento de pensar en las dos para que el éxito sanitario no se transforme en una pandemia económica que lleve a la muerte de empresas y personas por depresión, otras enfermedades, psicosis, etéctera?
Hoy se sumó otra pandemia a la lista: no solo se trata de estar en casa y no salir a pasear, como se generó la ilusión el sábado con la difusa palabra presidencial que no aclaró en qué lugares se podía salir una hora hasta 500 metros.
Ahora se supo que el fútbol paró la pelota por este año. Se terminaron los torneos, se acabaron los descensos -recién volverán en 2022- y solo quedará por saber si los certámenes de ascenso pueden definir sus ascensos en el segundo semestre. Además se vuelve a los torneos de otras épocas, cuando el fútbol se jugaba de principios de año a diciembre, como va a ocurrir desde el año próximo.
CARCELES LIBERADAS
Otra pandemia pasa por el tema de la liberación multitudinaria de presos en nuestras cárceles, con el argumento del peligro del coronavirus. Dicen que desde la provincia de Buenos Aires ya son 2267 los presos devueltos a sus domicilios, cifra que podría llegar a los 6 mil. Y la pregunta es saber si habrá control, porque las famosas tobilleras domiciliarias escasean en relación a la cantidad.
El doctor Violini -curioso apellido en este caso en el que salen todo tipo de delincuentes, entre ellos violadores- fue el encargado de suscribir la medida, en base a una instrucción de Casación.
Alguien hizo un poco de historia y recordó aquel 25 de mayo de 1973, con el denominado Devotazo cuando salieron varios presos de la cárcel de Devoto, casi al momento en que asumía la presidencia el doctor Héctor J. Cámpora, y el ministro del Interior era un joven Esteban Righi, quien reconoció años después que se vieron desbordados. Esa noche había una multitud rodeando la cárcel de Devoto y cuando se abrieron las puertas, salieron muchísimos, entre ellos el mafioso francés, perseguido por el gobierno galo por haber apoyado a los nazis, Francoise Chiappe.
En síntesis, la pandemia del coronavirus encierra muchas otras.
Y la reflexión permite decir que vale la pena el turismo interior en estos tiempos, para que todos nos miremos más adentro, cuando precisamente el turismo es una de las industrias que más se vio afectada por este coronavirus. ¿Cuándo se podrá viajar... ? Hoy parece que la respuesta recién podrá encaminarse el año próximo, mientras hay cosas muchísimo más importante que soñar con un viaje.
El planeta está sacudido. Dicen los que saben que se respira mejor porque decreció en forma notoria la contaminación.
¿Será la pandemia del coronavirus la gran excusa para que los humanos pongamos el acento en las pequeñas cosas, en los valores, la familia, el otro, y logremos caminar hacia un mundo mejor...?
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